Los sindicatos aseguran que el seguimiento es «muy amplio» en la huelga del sector público

De hecho, han asegurado que en Euskotren, que gestiona las líneas de tranvía de Vitoria y Bilbao, así como los trenes de Cercanías, y en el Metro de la capital vizcaína «se están cumpliendo en la mayoría de los casos solo los servicios mínimos», que el Departamento de Trabajo del Gobierno vasco estableció en el 30%; lo que ha provocado que se reduzcan las frecuencias y largos tiempos de espera en las paradas. No obstante, en lo que se refiere a los autobuses urbanos de Vitoria, el Ayuntamiento ha comunicado que Tuvisa está ofreciendo en el turno de mañana más del 70% de su servicio habitual en las líneas de transporte público. Según los datos facilitados por el Consistorio, un total de 17 de los 103 trabajadores del turno matinal han secundado la huelga; de modo que el seguimiento de la convocatoria ha sido de un 16,5%. De las 17 personas en huelga, 14 formna parte del personal conductor perceptor, dos son de la plantilla de conductores del BEI y otra persona está adscrita al personal de aparcamientos.

Al margen de los usuarios del transporte público, también han tenido problemas quienes trataban de acceder en coche al centro de Vitoria o Bilbao por las concentraciones convocadas en ambas ciudades a primera hora de este miércoles, como calentamiento de las grandes manifestaciones convocadas para las 11.30 horas en las tres capitales vascas. Cientos de trabajadores han comenzado a marchar por las calles del centro de la capital alavesa. Entre silbatos y cánticos contra la privatización, los empleados convocados por los sindicatos han empezado a marchar desde el Parlamento vasco hacia la plaza de la Virgen Blanca con un rodeo por la calle Prado en un breve recorrido que se dirige hacia el emblemático punto de la ciudad. Tras una mañana sin incidentes de relevancia en Álava, los sindicatos esperan dar a conocer en breve los datos de participación en el territorio histórico.

Mientras tanto, las centrales sindicales vascas sí han señalado que en la radio y la televisión pública «se están emitiendo solo los informativos que marcan la orden de servicios mínimos». En la enseñanza pública, que ya vivió ayer una jornada de huelga de la que se había desmarcado LAB, se augura un «seguimiento mayoritario» hoy, cuando están todos los sindicatos en la convocatoria salvo UGT, que no participa en ninguna de estas movilizaciones.

En el ámbito de Osakidetza, sin embargo, las centrales creen que los servicios mínimos establecidos, calificados de «abusivos», condicionarán totalmente el seguimiento de la huelga. La orden establece el personal habitual de los festivos para los hospitales y como en sábado en los centros de atención primaria.

En la Administración General y en la Administración de Justicia el «seguimiento será importante pero desigual por ámbitos», según los sindicatos. En el ámbito administrativo del Estado parece que el seguimiento será menor. Las centrales aseguran que en el ámbito municipal y foral se están confirmando las buenas previsiones.

La huelga es la primera de las dos jornadas de paros convocadas en todo el sector público por la práctica totalidad de los sindicatos. Esta huelga se produce en medio de una concentración inédita de protestas en diferentes servicios públicos, que las centrales justifican por el bloqueo de las mesas de negociación, en las que hace más de una década que no se han firmado acuerdos. En concreto, esgrimen que han sufrido una pérdida de poder adquisitivo de un 20% desde 2009, con lo que reclaman una subida del 10% en los próximos Presupuestos y el reconocimiento del resto como deuda. También exigen el fin de las privatizaciones y denuncian que la exagerada temporalidad, ahora en el 44%, no va a llegar al 8% establecido en la denominada 'ley Iceta' a pesar de las OPE convocadas.

Este pulso supone un foco de desgaste importante para el Gobierno vasco a solo unos meses de las elecciones autonómicas, después de que los problemas en Osakidetza tras el covid hayan estado en el punto de mira. El lehendakari ha sido muy crítico con esta concentración de huelgas y no ha dudado en vincularlas a una estrategia «organizada y deliberada» de la izquierda abertzale para generar un «clima de malestar social».

El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha insistido hoy en que se pretende dar sensación de caos en la antesala de las autonómicas de 2024. «Llama muchísimo la atención que se haya convocado una huelga para el conjunto del sector público, dentro del cual hay situaciones enormemente heterogéneas y completamente distintas, que nada tienen que ver unas y otras entre sí», ha apuntado para después censurar «la paradoja» de que «un sector creciente de la población aspire a la función pública y en cuanto lo consigue se encuentra inmediatamente insatisfecho».

Urkullu y otros responsables del Gobierno vasco han recordado en diferentes ocasiones que la subida salarial de los funcionarios –del 3% este año– viene establecida por ley básica estatal y ha señalado también que los empleados públicos gozan de mejores condiciones que los del ámbito privado o la Administración General del Estado.