Una Semana Santa de andar por casa

Los internautas pudieron seguir hace unos días el pregón de la Semana Santa vitoriana sin moverse de casa y ayer mismo se celebró la misa tradicional, salvo por su formato online, del Domingo de Ramos desde el altar mayor de la Catedral Nueva y ante un puñado de técnicos cubiertos con mascarillas para que nada fallara en la emisión. Más de 800 visualizaciones suma el directo, que duró en torno a una hora, en el canal de la Diócesis en YouTube. En algunos hogares de la ciudad se las ingeniaron para adornar ventanas y balcones en una jornada tan especial para los creyentes a falta, eso sí, de las pajizas palmas de costumbre.

«2020 será sin duda un año que quedará en la historia como uno de los más críticos para la humanidad y se recordará cómo los cristianos fuimos capaces de intensificar nuestra vida de fe gracias a la creatividad y a las herramientas que conectan a las personas ante el impedimento de hacerlo físicamente», sostienen desde la Iglesia vitoriana. De hecho, esa capacidad de la tecnología para unir a kilómetros de distancia permitirá incluso acompañar los pasos a pesar de que los nazarenos no saldrán a la calle de Vitoria en los próximos días. Su ausencia se suplirá con imágenes de procesiones de años anteriores que se colgarán en internet.

Las cinco cofradías penitenciarias de la capital alavesa decidieron suspender estos actos por ser masivos y resultar imposible mantener las distancias en su recorrido. Así, el Jueves Santo no habrá que esperar a la puerta de Desamparados para seguir la Procesión del Silencio, que arrancará en las pantallas a las 21.00 horas. Un dia después, Viernes Santo, los vitorianos tampoco tendrán que acercarse hasta la iglesia de San Vicente para ver salir la Procesión del Santo Entierro –la más solemne y numerosa de la Semana Santa Local– y tan sólo deberán hacer 'clic' en el correspondiente vídeo a partir de las 20.30. Esa misma jornada, a las 12.00, se emitirá el Sermón de las Siete Palabras, con lectura a cargo de la comunidad laica corazonista de la ciudad.

El confinamiento ha obligado a reinventar de esta forma la Semana Santa aunque en la Diócesis confían en que internet permita que «siga viva en casa». El propio obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, exprime desde hace un mes las ventajas virtuales y ofrece misa online –fue uno de los primeros en cancelar las eucaristías tradicionales ante el avance de la pandemia– desde la pequeña capilla del Obispado. La crisis sanitaria ha tocado de lleno a la Iglesia, que no celebra tampoco bautizos ni funerales y ha aplazado las primeras comuniones a septiembre.