Uno de los locales vacíos de la calle Dato. Blanca Castillo

El sector cuestiona la efectividad de las ayudas para dar uso a lonjas vacías

Reconocen que la propuesta es novedosa, pero «no ataca las raíces del problema» y piden la implicación de todas las instituciones

Miércoles, 4 de septiembre 2024, 00:27

Es la primera vez que los comerciantes vitorianos pueden beneficiarse de ayudas municipales centradas en rebajarles el alquiler. Si bien han encontrado en los últimos años apoyo con distintas subvenciones que buscaban incentivar el emprendimiento (un ejemplo podría ser el cheque autónomo), esta medida ha ... supuesto una «novedad». Ahora bien, distintas fuentes del sector ponen en duda su efectividad. «Que no se esperen aperturas masivas», dictan.

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Los motivos detrás de este razonamiento se centran en el plazo estipulado para enviar las solicitudes (poco más de dos meses), así como en el presupuesto ofertado; 500 euros máximo al mes para cada nueva lonja. Al rastrear los locales disponibles en el centro de la capital alavesa se comprueba que la mayoría supera los 2.000 euros y los que se encuentran en ubicaciones 'prime' llegan a alcanzar incluso los 10.000. «Claro que se pueden alquilar algunos por 600 euros, pero igual están situados en puntos poco estratégicos sin apenas rentabilidad. ¿Qué sentido tendría entonces apostar por esas ubicaciones,?», se cuestiona Víctor Manuel Ibáñez, presidente de la Federación Arabadendak.

Por otro lado, considera que la propuesta «no ataca a todas las raíces del problema». Y aquí es donde entran los plazos. Es decir, «es prácticamente inviable que se abra un negocio de cero» debido al tiempo que cuesta «obtener una licencia de actividad y remodelar el local que se arrende, sin contar todos los imprevistos que pueden surgir por el camino», continúa.

La gerente de Gasteiz On, Patricia García, coincide en esa reflexión y apunta a la «necesidad» de que el censo de locales disponibles en el que trabaja el Ayuntamiento se abra a los comerciantes porque «no existe apenas información sobre las lonjas en las inmobiliarias». «Si queremos que el comercio tradicional tenga futuro, hace falta que las instituciones hagan política en común», concluye Ibáñez, que pide que se consulten antes con el sector esas iniciativas para lograr que «tengan recorrido».

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