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Santa Bárbara se despide por fin del ruido de «mil camiones» al año. No es porque los vehículos vayan a dejar de acceder a la céntrica plaza, sino porque lo harán con 'sordina'. El muelle de carga de El Corte Inglés recibió este viernes el ... pistoletazo de salida oficial (llevaba varios días operativo) tras más de una década de estudios de soluciones, proyectos, acuerdos y obras que han tenido en vilo a los vecinos, cansados de las molestias lógicas del trasiego de los grandes almacenes.
Los camiones entran y salen ahora por la rampa de Abastos (junto a la calle 12 de Octubre) hacia cuatro nuevas dársenas. Allí descargan la mercancía que llega a las tiendas a través de un nuevo túnel. Los trabajos han tenido una importante «complejidad», según subrayaron tanto la alcaldesa, Maider Etxebarria, como los responsables de la superficie comercial, ya que había que crear un nuevo espacio para conectar ambas instalaciones.
El muelle de carga cuenta con dos sótanos a los que llegan los productos que se distribuirán por la tienda y los pedidos realizados online (en la segunda planta bajo tierra). Esta infraestructura implica que «toda la actividad logística se realizará bajo tierra», según explicó Etxebarria. El antiguo muelle, junto al edificio de El Corte Inglés, «ya no está operativo». Esto supone que los tráileres dejarán de visitar Santa Bárbara y se sustituirán por camiones de tamaño medio, de entre 12 y 18 toneladas. El habitual vado de El Corte Inglés seguirá operativo «para transportistas», pero recibirá una actividad mucho menor.
La puesta en marcha del muelle de carga soterrado pone fin a uno de esos proyectos enquistados. La necesidad de una solución para los ruidos de los trabajos de carga y descarga afloró hace cerca de dos décadas, pero siempre encontraba el bloqueo de la elevada inversión y la dificultad de las obras. La solución de explorar el soterramiento se tomó en 2014.
El impás se alargó hasta 2019, cuando el Ayuntamiento y El Corte Inglés llegaron a un acuerdo para realizar el soterramiento, que ha tenido un coste cercano a los 1,8 millones de euros. De ellos, 1,3 millones han corrido a cargo del Ayuntamiento y el medio millón restante, de la empresa. La compañía hará uso de la instalación a cambio de un canon anual de 14.089 euros.
Los trabajos, que sufrieron varios vaivenes antes de su inicio por la pérdida de financiación del Gobierno vasco y la posterior obtención de fondos europeos, se han demorado más de lo previsto. «Esta solución da respuesta a una reclamación de los vecinos que, durante décadas, se quejaban de las molestias de la actividad de carga y descarga», subrayó Etxebarria, quien destacó que el proyecto contribuye a aumentar el «atractivo y la seguridad» de Santa Bárbara. «El siguiente paso será la reforma de la plaza María Sarmiento», concluyó.
La infraestructura dota de «casi mil metros cuadrados para mejorar la logística de El Corte Inglés», además de ofrecer «usos compartidos con el aparcamiento» subterráneo, como destacó la teniente de alcaldesa Beatriz Artolazabal (PNV), quien resaltó la «estrecha colaboración público-privada entre el Ayuntamiento, el Mercado de Abastos y El Corte Inglés». Por su lado, el director regional de la zona Norte de El Corte Inglés, Enrique Casado, afirmó que el nuevo muelle de carga «contribuye al bienestar de la ciudadanía al evitar ruidos y molestias con instalaciones más modernas y eficientes». Además, recordó que los grandes almacenes generan «más de 400 empleos directos en Vitoria», una cifra que se eleva a 1.200 con los puestos «indirectos a nivel de Álava».
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