Salud liga el traslado del ambulatorio del Casco Viejo a la reubicación del centro de día del hospicio

El departamento, explica el consejero en su respuesta, «ha retomado las conversaciones iniciadas la pasada legislatura» con el Gabinete Etxebarria para el traslado del centro de salud, pero, puntualiza Martínez en su escrito, «no hay convenio firmado». «Las dos instituciones han mostrado en todo momento su intención de adoptar las decisiones necesarias para llevar a cabo el proyecto y han inicado las gestiones oportunas», indica, en alusión a que existe un borrador para el acuerdo. Aunque «para materializarlo es necesario primero que el Ayuntamiento traslade las actividades que actualmente desarrolla en el local destinado a centro de salud a una nueva ubicación». A fecha de hoy, «no se han solucionado los problemas técnicos relacionados con el cambio de ubicación de las actividades afectadas», concluye.

Remata la respuesta diciendo que el proyecto de presupuestos contemplará «una partida plurianual» para el centro. Será por tanto el cuarto año consecutivo en el que Osakidetza (responsable de los edificios) reserva dos millones de euros para la obra en el antiguo hospicio. Los 18.000 pacientes del Casco Medieval y del Coronación que acuden a las actuales instalaciones de la calle Correría se tendrán por tanto que resignar a aguantar una temporada más en el angosto centro que cumple ya 30 años.

Tras estudiar otras posibles ubicaciones, en 2019 se decidió que el antiguo edificio religioso de la calle San Vicente de Paúl, era por su tamaño y localización la mejora alternativa de traslado. Es de propiedad municipal y está previsto que Vitoria ceda el inmueble durante 75 años Osakidetza a cambio de que se haga cargo de su reforma íntegra. El Consistorio ofrece el sótano, las plantas baja, primera, segunda, tercera, cuarta y quinta del edificio, así como la iglesia anexa, desacralizada. Esta operación (denominada concesión demanial) implica ademáss reubicar el centro de día para mayores, cuyos usuarios el Consistorio tenía pensado reubicar en la residencia San Prudencio.

Aunque Lakua tiene reservados 2 millones de euros, es de esperar que el presupuesto sea mucho mayor y que las obras duren meses. El presidente de la asociación de vecinos Gasteiz Txiki, Manu Arakama, acusó en verano de «desidia» a las instituciones responsables por no poner fin a los problemas que llevan sufriendo desde «hace muchos años» los vecinos. «La situación se agrava día a día», relató. La primera planta, señaló «está inutilizada». Problemas con los saneamientos de esa parte de la colina medieval hacen que se filtren humedades y olores a aguas fecales y por eso las tareas de gestión del centro de salud se han trasladado provisionalmente a la segunda planta. Además, se forman colas a primera hora de la mañana, en el horario de extracciones de sangre. «La gente se tiene que sentar en las escaleras porque no hay espacio y ahí hay mayores, niños...». Y además, la accesibilidad que no es buena de por sí    se ve agravada por las contantes averías de las rampas mecánicas.