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Los humedales de Salburua no lucen sin agua sólo por la sequía y las altas temperaturas. Se trata de un vaciado controlado –mediante esclusas– que se repite cada verano hasta que llegan las lluvias de otoño. Esta vez tiene la particularidad de que es el ... mejor aliado de los técnicos del CEA para acabar de erradicar el brote de botulismo que estas semanas se ha llevado por delante a 122 aves y ha hecho que enfermen otras 145 que han sido tratadas en Mártioda. La gran mayoría de ellas contrajo esta bacteria, letal para algunas acuáticas, en el entorno de las balsas. La Clostridium botulinum se encuentra en el suelo y en el estómago de muchos animales. Las afectadas comieron larvas contaminadas.
Eso, la falta de oxígeno del agua y a las elevadas temperaturas hicieron estallar el brote de hace un mes y aunque ahora está controlado, es vital la labor de vigilancia. El técnico del CEA Gorka Belamendia explica que el hecho de que las lagunas estén ahora secas les permite retirar cualquier animal muerto que vean, por muy escondido que esté y evitar así que la bacteria se reproduzca.
¿Adónde han ido las aves? «Casi todas están en Mendixur, que está ahora lleno. Las nidificantes volverán a hacer sus nidos», tranquiliza el biólogo. Como contrapartida, han llegado a las playas aves limícolas migrantes que en otro contexto no se pararían. Las balsas se llenarán de nuevo cuando el acuífero del Cuaternario, del que se nutren, recupere su caudal. No son las lluvias las que inundan el humedal.
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