El chef Bittor Arginzoniz recolecta la primera sal de la temporada en el Valle Salado de Añana. Rafa Gutiérrez

Añana ya le pone la sal al segundo mejor restaurante del mundo

El chef Bittor Arginzoniz, del Asador Etxebarri arranca la temporada de cosecha en el Valle Salado, en la que se esperan recolectar más de 175 toneladas

Lunes, 8 de julio 2024, 15:51

En su casa, lo esencial es el producto y la brasa. Utiliza distintas maderas -ni gota de carbón- para perfumar las piezas de la más altísima calidad. Y en esa búsqueda de la excelencia al rojo vivo no podía faltar un condimento esencial: la mejor ... sal del mundo. El chef Bittor Arginzoniz, el emperador de la parrilla, patrón del restaurante Etxebarri elegido como el segundo mejor del mundo por la reputada lista '50 Best' ya puede sumar otro título más a su humeante currículum. Desde este lunes es embajador Embajador de la Sal del Valle Salado de Añana, un título que ostentan los mejores chefs vascos y con el que se inaugura la temporada de la cosecha de uno de los grandes orgullos de la despensa alavesa.

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En un sencillo acto en el que ha recogido el primer producto de la cosecha 2024, el chef de Axpe (Bizkaia) ha recibido la placa que le acredita como el diplomático más salado. «Acabo de empezar a utilizar esta sal de Añana pero es un producto excepcional, que tiene la gran virtud de salar lo justo, incluso cuando te pasas de punto, es una maravilla», ha destacado Arginzoniz, que en su breve discurso de agradecimiento ha resaltado la importancia de la sal artesanal en la alta gastronomía y «el valor que agrega a los platos al realzar sus sabores naturales». Primeras espadas de la gastronomía vasca como Diego Guerrero, Edorta Lamo, Iñaki Murua y Carolina Sánchez o Pedro Subijana siempre tienen el tesoro alavés en sus saleros.

Temporada excepcional

El nombramiento del cocinero vizcaíno como Embajador abre la temporada de la recolecta de la sal que se extenderá hasta el próximo mes de septiembre. A lo largo de estos meses se prevé cosechar «de forma completamente artesanal hasta 25 toneladas de flor de sal y 150 de sal de manantial», explicó el director de la Fundación Valle Salado de Añana, Pablo de Oraá, que resaltó la labor de los salineros y vaticinó una «temporada excepcional a pesar de las últimas lluvias de los meses de mayo junio, siempre y cuando las condiciones de sol y viento sean favorables».

«Este es un patrimonio de todos los alaveses y uno de los mayores tesoros de Euskadi. La recuperación de este valle, en el que se produce sal desde hace nada menos 7.000 años es una muestra del compromiso institucional y social», destacó por su parte el diputado general de Álava, Ramiro González que también ostenta el título de presidente de la Fundación Valle Salado de Añana.

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