Pese a ser ya todo un veterano en el centro, Rubén González-Bengoa está de estreno. Tras ocupar en la última década el cargo de secretario en la UNED de Álava, desde este curso asume con «mucha ilusión» el importante reto de pilotar esta universidad ... a distancia. Toma el testigo de Teresa Imízcoz, quien le desea la «mejor de las suertes». «Es una suerte trabajar en esta ciudad y con este equipo. Los consejos se los doy en privado, mi teléfono lo tiene abierto para todo lo que necesite», le desea a su sucesor, quien ayer deshizo la mochila y puso en marcha los motores de su nuevo proyecto. «La idea es continuar con la línea dibujada hasta ahora», comenta.
- Acaba de estrenar su mandato. ¿Qué objetivos se ha marcado en la agenda?
- Personalmente, este salto es un reto muy ilusionante. La labor va a ser continuar con el trabajo realizado hasta la fecha y fortalecer el apoyo al estudiante, tanto presencialmente como a distancia. Me gustaría que se mantenga nuestra seña de identidad, que no es otra que mantener y fortalecer la flexibilidad para el alumno. No va a haber grandes cambios, no es necesario porque el trabajo previo ya iba en la buena senda. Eso sí, me gustaría fortalecer la formación permanente.
- La pandemia obligó a la sociedad a trabajar a distancia. ¿Cree que es el futuro en el caso de la enseñanza?
- Nosotros estábamos ya adaptados a ese tipo de enseñanza; nos afectó hasta cierto punto, pero pudimos seguir haciendo las clases y exámenes a distancia. La tendencia, desde entonces, creo que está siendo esa, apostar por la enseñanza a distancia. Nacimos como una universidad a distancia, aunque no distante, y estamos adaptados a esa realidad que ha surgido tras la irrupción del virus. Es más, año a año dibujamos un crecimiento en número de matrículas, pero en la pandemia, por necesidad, hubo gente que decidió estudiar a distancia y las inscripciones se elevaron hasta un 10%. Nuestro modelo académico, eso sí, no sé si está preparado para otros centros, porque está pensado para que el alumno pueda estudiar a su ritmo, sin descuidar sus obligaciones o trabajo.
«Es heterogéneo, desde chavales de 18 años hasta jubilados que buscan estudiar lo que siempre habían querido»
- Estamos acostumbrados a avanzar al ritmo del grupo. ¿Es posible no descolgarse si se está solo?
- La UNED es muy vocacional. Es cierto que puede ser más complicado, porque los horarios al final te los marcas tú según tus obligaciones. Pero aquí volvemos al tema de la flexibilidad, contamos con que los estudiantes no van a tener ocho horas de estudio (por trabajo o por motivos familiares) y estudian a la velocidad que puedan y lo que más quieren. Lo bonito es eso, que hacen un tremendo esfuerzo por conseguir sus sueños.
- Sus puertas las cruzan alumnos de todas la edades, las ganas de cada uno es el único corte. ¿Qué perfil predomina?
- El curso pasado (no hay nota de corte de acceso) lo cerramos con casi 2.400 estudiantes. El perfil es heterogéneo, hay alumnos que acaban de cumplir la mayoría de edad y otros que ya se han jubilado y buscan estudiar eso que siempre les había apetecido. Por norma general, acude gente que compagina estudios con trabajo y responsabilidades familiares. También hay quienes no han podido acceder a la universidad y encuentran aquí una oportunidad. Lo que sí notamos es que en los últimos años se ha reducido la edad media, ahora ronda los 39 años.
- ¿Cuáles son las opciones con mayor demanda?
- Destacan principalmente tres: psicología, derecho y ADE. Y esperamos que también este año educación infantil, que contaba con una demanda importante. La natalidad ha bajado, pero las aulas están cambiando mucho y eso es lo que se les enseña, estar preparados a las clases del presente y del futuro. Tiene salida. Es una apuesta importante y esperamos que esa alta demanda se vea reflejada en las matrículas (abiertas hasta el 21 de octubre). Otro de los grados (en total, 30) que se estrena este curso es la Ingeniería de la Energía, que no puede estar más en actualidad. Es una opción con una importante salida en el mercado. Hay además, 76 másteres y 4 microgrados.
«Tiene futuro. La natalidad ha bajado, pero las aulas cambian y hay que estar preparado»
- ¿Cree que la formación se termina cuando uno obtiene el título?
- No, y por eso se ha ampliado el tipo de estudios, se ha apostado por la formación permanente porque cada día es más necesario la actualización de conocimiento para los trabajos. Estamos en un mundo muy cambiante en el que cada uno debe estar al día, preparado para lo que se demanda. Aumentan las demandas en todos los tipos de estudios, pero sobre todo en el tema tecnológico. Sin ir más lejos, este año estrenamos una nueva plataforma virtual para estudiar a distancia.
- Se han renovado. ¿Cuál es el estado de salud de la UNED?
- La universidad goza de una muy buena salud. Se está renovando permanentemente para ayudar a la gente a que refuerce sus conocimientos.