RODAR Y RODAR

No hace tantos meses que un barrio con la impronta de Zaramaga y otros escenarios de la ciudad ejercieron la labor de decorados urbanos para la película (dirigida por Víctor Cabaco) que recrea la tragedia letal del 3 de marzo de 1976 a las puertas de la iglesia de San Francisco. La Herrería también acogió secuencias de 'Errementari' (Paul Urkijo) y el entramado de calles pertenecientes al Ensanche viene alterando en estas jornadas y para bien el pulso mortecino de un municipio cerrado por vacaciones. Empezamos a integrar a todo el séquito asombroso que mueve el cine a los sones de Daniel Calparsoro ('El silencio de la ciudad blanca') con una naturalidad sorprendente. Es lo que tiene sembrar la fama de enclave fetén para rodar y rodar.

A las instituciones, y por qué no a los ciudadanos, debería de alegrarnos el interés fílmico por Vitoria y también el resto de Álava. Se trata de promocionar el territorio o, usando términos mercantiles, venderlo con la riqueza que acarrea el hecho de figurar en el escaparate. El Casco Histórico de la capital, la postal 'suiza' de Aramaio, el mar de cepas al sur y hasta esos pantanos que devienen en inquietantes por la noche son decorados aptos para las producciones mejores.