Rioja cerró 2022 con una caída de ventas del 1,2% y todavía no alcanza las cifras de 2019

El plan estratégico de Rioja esperaba un crecimiento del 7,2% en el ejercicio pasado. La invasión rusa de Ucrania provocó una rebaja de las estimaciones, pero incluso así, a mediados de año se esperaba cerrar con datos positivos en el entorno del 4%. No ha sido así. Ni de lejos. Rioja cerró 2022 con 251,26 millones de litros vendidos, por debajo de las cifras anteriores al coronavirus.

El balance de ventas apenas reserva datos positivos. Rioja ha logrado, por los pelos, salvar los muebles con un aumento del 0,1% en el mercado nacional, que no ha logrado compensar la caída del 3% en las ventas exteriores. A los lógicos descensos en Rusia y China, que alargó su política de covid cero, se suma la llamativa caída registrada en Reino Unido, donde se ha vendido un 12% menos de vino.

«Desde 2017 hasta hoy, estamos sufriendo las siete plagas bíblicas, con el brexit, los aranceles, China, Rusia y Ucrania, crisis de consumo por la inflación, sobrecostes...», reconoció el presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro que, a pesar de los malos datos registrados quiso destacar «la confianza y apuesta de los consumidores por los vinos de Rioja, incluso en momentos de incertidumbre como los que atravesamos».