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«En jaque». Así define Jesús Bauza, el vocal de la UAGA en el Consejo Regulador, sin tapujos, la situación del vino en Rioja Alavesa. En un contexto de ventas a la baja, los productores del territorio se enfrentan a una de sus mayores paradojas: ... este año tienen la vendimia que querían… y no es buena. En el mercado más sobrado de vino de los últimos años la producción de los viñedos va a ser notablemente baja. «Es una buena noticia a largo plazo, pero a corto significa ganar menos, porque se barrunta que los precios no van a ser al alza», explica en conversación con EL CORREO.
En lo más inmediato significa que los productores este año van a producir menos, pero el precio al que se va a pagar lo que salga de las viñas va a ser muy similar. Por lo tanto, con menos uva, los viticultores van a ingresar menos aunque cada fruto se pague un poco más caro. Y es que, con un excedente que sólo en Rioja Alavesa supera los 25 millones de litros de vino, la realidad es que los volúmenes almacenados hacen difícil que mejoren los precios. Menos aún cuando las ventas siguen en caída libre: sólo en la primera mitad de año la comercialización de los caldos de Rioja han descendido un 5,51% con respecto a 2023, que ya fue un año débil.
Con esta situación es con la que Álava llega a una nueva vendimia. Si se cumplen las previsiones, la cosecha de la uva llegará algo más tarde en comparación con los años más recientes. En su último boletín de maduración, la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja hablaba de «doce días de retraso» con respecto al calendario tradicional. La vendimia, además, será «más corta» según la UAGA. Y eso está haciendo más complicado encontrar temporeros, «especialmente en Portugal».
Habrá menos uva, pero ésta no encontrará buena venta. Y eso que este año se perfila una añada «muy buena». «La sanidad es muy buena, excelente», subrayaba la semana pasada Carlos Martínez, de Bodegas Tierra.
5,51% es la caída
que acumulan las ventas de vino de Rioja durante el primer semestre en comparación con el mismo periodo de 2023
¿Qué está pasando? Lo explicó en su momento el director del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey. «Hay un descenso del consumo y el comercio del vino que está afectando especialmente a los tintos de gamas medias», afirmó en conversación con este periódico. Mercados como Estados Unidos, Brasil o Cánada presentan una situación de «sobrealmacenamiento» que está hundiendo el comercio mundial de vino.
A las cifras de ventas de la DOCa Rioja se les suma, en clave vasca, los datos de exportaciones de Eustat. Aunque la estadística está algo distorsionada -hay uva de Rioja Alavesa que se convierte en vino en La Rioja y el txakoli también altera ligeramente la imagen-, las exportaciones de vino de Álava han caído en más de tres millones de euros y en 500.000 litros durante la primera mitad del año. Según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino, el litro de vino vasco apenas cuesta 4,66 euros.
El problema comercial hace, además, un daño particular a Rioja Alavesa, que tiene una uva muy apreciada hasta que toca abrir la cartera. «Nuestro producto se distingue cualitativamente, pero no cuantivamente», replica Bauza cuando se le pregunta por los precios. «Hay sitios -lamenta- que han desechado su uva y, sin embargo, se han interesado por la nuestra». El año pasado el sindicato Unión de Uniones llegó a detectar uvas a la venta por precios cercanos a los 50 céntimos por kilo de uva tinta en su franja más baja. Este año la UAGA baraja que esa horquilla se moverá «entre los 55 y los 75 céntimos por kilo». Entre quienes vendan más barato, la diferencia será mínima.
0,55€ es el precio
al que se pagará el kilo de uva en los escalafones más bajos de Rioja Alavesa
Patxi Unanua es de los empresarios que mejor conoce el vino: cuenta con 82 hectáreas de viñedos, dos bodegas y también comercializa los caldos. Y no se enconde: «Es lamentable que los productores vayan a recibir 55 ó 60 céntimos por el kilo de uva». Para él, la crisis que vive Rioja «se veía venir desde hace tiempo» y ha pasado «de ser un problema coyuntural a ser algo estructural: producimos más que lo que consumimos», destaca el gerente de Arabarte, que cree que las administraciones públicas han sido «ineficientes».
Javier Ruiz de Galarreta, por su parte, cree que lo que está pasando «no es una paradoja», sino la mera consecuencia del desequilibrio entre oferta y demanda. Los datos que maneja Araex apuntan a una ratio que en la DOCa Rioja sería de 3,98 cosechas almacenadas en las barricas del sello vinícola. «Es el máximo histórico», señala.
El descenso de las ventas, por tanto, va a ser el lastre de un año en el que sólo las heladas y la cosecha en verde van a recortar en un 20% el rendimiento de las vides de Rioja Alavesa. Un 10% se fue gracias a la cosecha en verde, al arranque de fruto antes de que madure, según la estimación que hizo en su momento el Gobierno vasco. Otro 10%, casi 1.200 hectáreas, quedaron siniestradas en Rioja Alavesa por las heladas que se produjeron en abril de acuerdo con los partes registrados por Agroseguro. Y a eso hay que sumar las ayudas de destilación, que harán que una parte del vino de Rioja Alavesa acabe convertido en alcoholes sanitarios o en se usen para fabricar biocombustibles.
Esos recortes buscaban darle rentabilidad a las uvas y ayudar a que salgan al mercado vinos de otros años para eliminar los excedentes, el talón de Aquiles para la denominación. Entre los gobiernos vasco, riojano y navarro se han inyectado más de 60 millones a la destilación, pero la caída de las ventas está minimizando el impacto de estas medidas.
Los recortes fomentados desde las instituciones, de hecho, son a ojos de Patxi Unanua «parches». El bodeguero apuesta por una reflexión que diseñe «un proyecto a diez o doce años» en la denominación. En una línea similar se pronuncia Ruiz de Galarreta, que incide en que esa estrategia de futuro debe apostar por la «segmentación» del sello vinícola, tanto con detalles como la distinción del origen del vino por municipio como «aupando la figura de los viñedos singulares».
12 días
de retraso de momento es el pronóstico que maneja la Denominación de Origen Calificado Rioja
«Está costando encontrar el punto de equilibrio», admite Bauza, algo más comedido. El responsable de la UAGA sí cree que se puede reducir ligeramente la ratio de vino almacenado. Sin embargo, su organización -al igual que la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja- apuesta por arrancar viñedos. Pero la pregunta es quién debe eliminar sus vides. «Decir quién tiene que arrancar es complicado», responde Bauza. «No todos respondemos al mismo modelo», matiza Unanua, que pese a todo sigue viendo «un disparate» la idea de una denominación propia.
Araex ya ha defendido el arranque en más de una ocasión, pero Ruiz de Galarreta abre una reflexión más amplia: «Un mercado con demandas estructurales requiere de medidas que den respuesta a retos estructurales». «Esto va a pasar y volveremos a otro estadío», aunque advierte: «Hay empresas que lo van a pasar mal».
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