El viñedo supera una tormenta aparatosa con daños en pueblos de Rioja Alavesa

La evaluación de los daños seguirá en estos próximos días, cuando ya podrían aparecer los primeros focos de 'botrytis', «sobre todo si tenemos temperaturas altas. Nos conviene que sople viento del norte para secar la humedad y que no se pudra el fruto», señala José Antonio Ugarte, del sindicato UAGA. La granizada ya ha tirado mucha hoja y «ha agrietado uvas. Pero la situación no la he visto tan mal».

Las zonas de viñedo más afectadas son las que forman «el triángulo Assa-Lapuebla-Laguardia y parcelas de Lanciego y Elvillar», según el viticultor David Castro, que gestiona una red gratuita y privada de alerta de mensajes con 4.000 usuarios a través de WhatsApp a los que presta asesoramiento.

Corresponden a algunos de los términos municipales donde la descarga de agua y granizo fue mayor, porque en Elvillar y, sobre todo, Lapuebla de Labarca y Lanciego cayeron más de 35 litros por metro cuadrado en apenas una hora. «La piscina está clausurada porque la depuradora se ha taponado por el barro. La pista de fútbol se ha inundado y la de pádel ha quedado en desuso», lamentaba la alcaldesa de Lanciego, Itziar de Álava. Asimismo, ha habido daños en caminos rurales.

También precipitó con fuerza en Sarría, en cuya estación Euskalmet registró 28,4 litros en una hora, por delante de Gorbea (18,2), Campezo (17,3) o Abetxuko en Vitoria (13,3). «Son tormentas habituales del final del verano, se acumulan bolsas de aire frío y crean inestabilidad», explica la meteoróloga de la agencia vasca, Onintze Salazar.