Rezikletas tocan instrumentos creados con desechos para mil alumnos de Secundaria

Con basura y en la calle, Víctor García de la Torre y Sergio López de Landatxe han conseguido crear música. Desde hace tres lustros, los artistas de Rezikletas han conducido ciclos por caminos de ritmo, armonía y melodía o han planteado experiencias diversas con colaboradores como Ibai Encina. En estos días, el dúo sigue la estela de los últimos diez años de conciertos pedagógicos, en la sala Félix Petite de Ibaiondo.

Dentro de una propuesta impulsada desde el servicio de Educación del Ayuntamiento vitoriano, Rezikletas hacen dos pases matinales para alumnos de Secundaria. En tres días, un millar de estudiantes pasa por una experiencia única y original, que termina hoy jueves.

Y los músicos subrayan que con sus instrumentos creados con desechos consiguen captar la atención de estos jóvenes de 15 y 16 años. Es decir, que consiguen lo casi imposible a base de provocar tanto la curiosidad inicial como luego el asombro. «Los adolescentes son difíciles, pero es que 'lo que mola' es ir a contracorriente. Al principio, coo que pasan. Pero luego empiezan a ver cómo funcionan los ihnjstrumentos, que hacemos algo de hip hop y canciones y se quedan callados. Hay muchísimo silencio y respeto», certifica García de la Torre.

No es de extrañar que llamen la atención quienes emplean escobas, cazuelas, botellas, cacharros diversos y tubos y piezas diversas, como válvulas de expansión de una caldera. «Todo es basura reciclada y les explicamos de dónde vienen los instrumentos, cosa que a veces no es tan sencilla», indican los músicos, que confiesan que para llegar a hacer un 'botellófono' o un ingenio de tubos afinados hay mucha prueba y error e ideas que quedan en la cuneta tras la experimentación.

Además, los asistentes reciben una pequeña clase de acústica, con pistas sobre cómo hacer un instrumento o la necesidad de una caja o vibración para que suene. Luego, hay que unir pericia y fortuna.

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