El pórtico de la iglesia de Morillas, pueblo ubicado junto a Subijana (Ribera Alta), sufrió en 2015 un derrumbe, y el acceso al templo quedó cortado durante meses por la acumulación de escombros. Durante todo un año, el edificio permaneció cerrado y cuando los técnicos consiguieron entrar se encontraron graves daños en el retablo a causa de la humedad y la falta de ventilación. Descubrieron que sus valiosas pinturas renacentistas, datadas en 1559, estaban totalmente invadidas por hongos y pensaban que se habían perdido para siempre.
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Sin embargo, su restauración, emprendida en 2018, le ha devuelto todo su esplendor al retablo, el más notable del País Vasco en su género, y actualmente «luce como el primer día», lo que permite apreciar una de las últimas pinturas del autor renacentista Martín de Oñate y Salazar.
Este templo, que habitualmente permanece cerrado al público, ya que las misas se ofician en la cercana iglesia de Subijana, mañana abrirá sus puertas a los visitantes en horario de 10.00 a 14.00 horas. A mediodía, la responsable del Patrimonio Artístico de la Diócesis, Susana Aréchaga, ofrecerá una visita guiada en la que dará más detalles de la iglesia y del proceso de restauración en el que participó.
Este edificio es uno de los puntos destacados de la ruta de Ermitaraba, tanto por la gran calidad del retablo renacentista como por la espectacular ubicación de la iglesia, encaramada en una ladera sobre el Portillo de Techa, estrecha garganta que da acceso al Valle de Kuartango. Hasta la última restauración (2018-2020), varias encinas ocultaban las vistas de la iglesia, pero el lugar ha quedado completamente despejado ahora se ha convertido en un mirador con magníficas vistas. En el camino de acceso a la iglesia hay una hermosa calzada antigua, en buen estado, que llega hasta la parte baja del pueblo. Está construida con piedra y marcada por dos hileras de losas en los márgenes, una espina longitudinal y líneas transversales.
Otro edificio que Ermitaraba abrirá mañana (de 10 a 12 horas) es la iglesia-fortaleza de Ollávarre, en el municipio de Iruña de Oca. Destacan sus impresionantes bóvedas nervadas y su imponente torre adosada de origen medieval, que nos habla de su carácter defensivo.
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