El restaurante El Clarete cierra este sábado para convertirse en un espacio de I+D gastronómico

El empresario vitoriano Óscar Abajo –propietario de establecimientos como el Asador Orio, La Sidre, en Armentia, el restaurante Vivanco del Museo de La Cultura del Vino en Briones o el Ikea– es el artífice de esta importante operación hostelera. El fundador del grupo RAS de restauración ha adquirido El Clarete con la intención de convertirlo en una suerte de laboratorio de I+D 'gastro' al servicio del resto de sus establecimientos. «Estamos hablando de un vanguardista centro de estudios en el que trabajaremos en los ámbitos de la formación y de la creación. De ahí saldrán todos nuestros nuevos platos», detalla Óscar Abajo a EL CORREO.

Este movimiento está directamente ligado con la reciente adquisición del restaurante Ikea por parte del empresario. Y es que el actual jefe de cocina de El Clarete, Unai Fernández de Retana, pasará a ser el chef del Ikea. Bajo las directrices del grupo RAS, ya trabaja «en la construcción de la identidad culinaria del emblemático Ikea». Unas cocinas que no le son ajenas ya que en ellas completó parte de su formación durante un periodo de tres años.

Unai Fernández de Retana combinará este nuevo puesto en el restaurante de la calle Portal de Castilla con su trabajo en el espacio de investigación gastronómica en el antiguo Clarete, lo que le llevará a convertirse en el «ideólogo» del grupo en lo referente a la propuesta culinaria.

En esta etapa separará su camino profesional del de su hermano Patxi, y es que el sumiller no formará parte del nuevo proyecto impulsado por el grupo RAS. Desaparece de esta manera un restaurante con 36 años de trayectoria y con una calidad culinaria indiscutible. Tal y como explican en su propia página web, «no pretendemos ser una de esas ofertas gastronómicas de 'nueva cocina' pero sí un espacio donde se puede comer 'buena cocina'». Una filosofía que les ha llevado a convertirse en referentes en la capital alavesa.

Y de un cierre a una apertura, la del Ikea, para la que todavía el empresario Óscar Abajo no se atreve a dar fechas pero en la que se trabaja «a contrarreloj». El emblemático local diseñado por Javier Mariscal se reinventará para «enriquecer el panorama gastronómico actual con propuestas basadas en un buen servicio y una interesante propuesta gastronómica alejada de los cada vez más habituales modelos de restauración organizada que homogeneizan la identidad y experiencias gastronómicas en las ciudades en las que se implantan».

El Ikea lleva más de cuatro años cerrado, desde que echara la persiana en agosto de 2019. Un año antes había sido adquirido por Gonzalo Antón, pero la llegada de la pandemia puso en 'stand by' su intención de reabrirlo.