Josu Alda. Portavoz de la Asociación de Centros Residenciales de Álava (ACRA)

«Muchas residencias de Álava ya no podrán asumir altas subidas salariales»

La nueva patronal pide que la Diputación se implique para que prospere la negociación del convenio territorial con los sindicatos

Lunes, 15 de noviembre 2021, 00:53

La negociación para que los trabajadores de las residencias privadas de Álava cuenten -por fin- con un convenio territorial arranca esta semana y la asociación ACRA representará a la patronal que suma más de la mitad de las plazas geriátricas de la provincia. Su portavoz ... es Josu Alda, que dirige los tres centros del grupo Albertia en Vitoria, y prevé que será una negociación complicada si no existe un mayor compromiso institucional.

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- ¿Por qué Álava no contaba hasta ahora con una patronal de residencias privadas?

- No se percibía esa necesidad y cada uno actuaba según su criterio. Tras el desembarco de grandes grupos en Vitoria y la entrada en vigor del decreto del Gobierno vasco sobre centros residenciales, se ha percibido la necesidad de unirse para compartir necesidades y preocupaciones.

- ¿En qué consiste ese decreto que tantos dolores de cabeza parece que les provoca?

- Entró en vigor a finales de verano y nos afecta a todos por igual al emplearse el mismo rasero desde las más grandes hasta las viviendas comunitarias. Nos lleva a incorporar profesionales que hasta ahora sólo existían en las principales residencias (psicólogo, fisioterapeuta, trabajadora social...). No es un perjuicio porque todo lo que aporta valor a los cuidados es bienvenido, pero aumentan los costes de personal.

- ¿Cómo podrán asumirlo los centros más modestos?

- Será complicado y más cuando los requisitos arquitectónicos reclaman un mayor porcentaje de habitaciones individuales y una superficie mínima por usuario. Esto hace inviable la construcción de residencias de menos de 50 plazas, que son las más habituales en nuestro territorio.

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- ¿Cómo es posible que un profesional de una residencia en Álava trabaje 200 horas más al año que sus colegas de Gipuzkoa y Bizkaia pero cobren 200 euros menos mensualmente?

- En Gipuzkoa y Bizkaia cuentan con un recorrido de reivindicaciones sindicales desde hace 10 o 15 años, y desconozco el motivo por el que en Álava no se desarrolló. Posiblemente tenían la previsión de empezar en 2019, pero la pandemia lo demoró todo. Sí que hay una relación retributiva mayor en Gipuzkoa es porque viene acompañada de un esfuerzo mayor de las instituciones a través de ayudas y conciertos.

- ¿Qué postura mantendrá la patronal en la mesa de diálogo?

- La mayor parte de los centros que formamos parte de la asociación no podemos resistir altos incrementos salariales e importante disminución de horarios. Nuestras cuentas de resultados son públicas y muchos estarían abocados al cierre.

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- ¿Qué papel tiene la Diputación?

- Álava cuenta con un número importante de pequeñas y medianas empresas, así que entendemos que las instituciones tendrán que implicarse si queremos conservar ese modelo.

- ¿Las residencias se sienten el chivo expiatorio de la pandemia?

- Nuestra imagen se ha visto deteriorada para quien no conoce cómo funcionamos. En el último año y medio siempre que se ha hablado de nosotros ha tenido una connotación negativa. Se obvia que mucha gente que entra en un geriátrico sufre un deterioro importante y precisamente estas personas fueron las principales víctimas de la 'primera ola'.

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- Fueron de los últimos en volver a la normalidad.

- Las instituciones mantuvieron las restricciones sobre nosotros hasta el último minuto. Cuando la población general podía disfrutar de su vida habitual, nosotros teníamos limitadas las visitas y salidas.

- ¿Qué opina de la apuesta por parte de las instituciones para que los dependientes vivan en su casa hasta que no les quede más remedio?

- El mero planteamiento por parte de las instituciones tiene una connotación negativa. Si entienden que las residencias son el último recurso al que acudir es porque hemos agotado el resto de posibilidades por el camino. Las residencias de mayores son los mejores espacios para determinadas situaciones. Y no sólo para altas dependencias, sino por motivos psicológicos y emocionales por los que surge una necesidad de compartir y no vivir solos o un rechazo a que desconocidos entren en el hogar donde siempre has tenido un rol de decisión. ¿De qué sirve quedarte en casa si no te puedes desenvolver o vives en un quinto sin ascensor?

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