La residencia de paliativos de Vitoria naufraga por el rechazo del Obispado a la eutanasia

Portavoces de esta institución religiosa explican a EL CORREO los motivos que les han llevado a desistir de la idea. «El Obispado ha estado desde el principio muy ilusionado con este proyecto. De hecho, nació de esta institución. Pero siempre ha querido que fuese con garantías acordes a una praxis futura que fuese en la línea de la antropología cristiana en el final de la vida, sobre todo con lo referido al polémico tema de la eutanasia, línea roja para seguir adelante». Y añaden: «La indefinición de Babespean a este respecto ha hecho que no sea posible el acuerdo».

Portavoces de Bapespean, integrada por médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales y profesionales de otras disciplinas expertos en cuidados paliativos y en compasión, lamentan que Vitoria pierda un proyecto que consideraban «muy interesante». Explican que hace ya un año y medio que el Obispado rompió su colaboración con el colectivo para la creación de la residencia. Según aseguran, la institución que lidera Juan Carlos Elizalde quería que sus integrantes firmasen un escrito de rechazo expreso a la eutanasia. «En nuestra asociación hay personas de diferentes creencias. Temían que el tipo de atención que se pudiera desarrollar en la 'Casa de los Cuidados' fuese contraria a la doctrina de la Iglesia y ya les dijimos que no iba a ser así, que nuestra manera de funcionar no iba a distar en ese sentido de la de hospitales de paliativos religiosos como el de San Juan de Dios». «Lo de la eutanasia es absurdo, porque no va con el perfil de pacientes que se iba a atender allí. Es una excusa, no tenían interés en seguir con el proyecto», zanjan.

En sus explicaciones sobre el por qué del adiós a este proyecto, la Diócesis incluye a la Diputación, institución que, como es lógico, tampoco se pronunció en contra de ese derecho. «Iba a ser otra pata pero la ley de eutanasia aprobada recientemente y que convierte a España en el octavo país del mundo en dar luz verde a esta práctica contraria a la doctrina social de la Iglesia, hace aún más difícil su patrocinio público».

Portavoces del Ejecutivo foral también lamentan el cierre de un proyecto en el que la Diputación estaba implicada, pero reiteran la pluralidad de la institución. «No podemos ir a un proyecto en el que la forma está vinculada con un determinado planteamiento religioso. Estamos dispuestos a analizar un proyecto de cuidados paliativos siempre que se respete la voluntad de las personas que están en esa situación y de sus familias, sea cual sea. A veces será siguiendo las premisas de esa religión o de otra y otras veces será siguiendo sus propios principios morales», agregan. El Departamento de Políticas Sociales que dirige ahora Gorka Urtaran sigue trabajando en proyectos de paliativos, máxime cuando en Vitoria, Osakidetza sólo dispone de 10 habitaciones en el HUA Santiago.

El Obispado replica que la 'Casa de Cuidados' se va al garete «por la falta de criterios comunes», pero asegura que el equipo de Elizalde mantiene su idea de hacer en el viejo convento de su propiedad y ubicado junto a la sede episcopal, «algún proyecto vinculado con la salud» y «abierto a la ciudadanía». No descarta, en este sentido, que sea algo «multidisciplinar». Sus portavoces aseguran haber rechazado ofertas de constructoras y empresas para varios proyectos, entre ellos un hotel, y mantienen la idea de que su futuro pase por un plan con «carácter social» para lo que necesitarán «sin duda alguna ayuda pública, a cualquier nivel, incluso europeo».