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Txus Estívariz, Ramón Breda y Ricardo Urrutia caminan frente al complejo que albergaba la habitación donde coincidieron, en la segunda planta. Rafa Gutiérrez

Regreso a Izarra, el internado fantasma

Recorremos con tres exalumnos los restos del colegio que pasó del esplendor al cierre por las deudas y hoy es una ruina que le cuesta a la Diputación 350.000 euros al año

Domingo, 14 de octubre 2018, 01:49

De la gloria a la ruina en 52 años. Con esa triste sentencia se podría resumir la historia, una verdadera gran historia, del antiguo colegio Izarra. Medio siglo en el que un centro educativo ha pasado del prestigio y el esplendor a ostentar el ... dudoso honor de completar de alguna manera el particular catálogo de edificios y monumentos convertidos en decadentes parques fantasma. Porque en lugar de inversores o empresas interesadas en dar vida con algún proyecto a las más de 10 hectáreas que tiene el recinto, son aficionados a la parapsicología, fotógrafos en busca de reportajes tétricos o vándalos quienes se aventuran a recorrer la zona. Esa falta de iniciativas para dar uso al espacio obliga a destinar un importante desembolso -350.000 euros anuales, de ellos 150.000 para vigilancia- a la Diputación, que desde 2009 tiene un acuerdo con el Alavés, el propietario (al que abona 200.000 al año).

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