El refuerzo de los radiólogos vizcaínos permite al HUA hacer 500 mamografías extra este verano

Desde la Dirección Médica detallan en qué consiste su 'plan de choque' para agilizar las mamografías. El programa de mayor volumen es el del screaning o cribado del cáncer de mama. Una persona trabaja «full time» interpretando las mamografías. Además de recurrir a la autoconcertación (horas extras), Txagorritxu y Santiago han pedido refuerzo con el estudio de imágenes a los radiólogos de Galdakao. Las alavesas a las que se haga el estudio no tendrán que viajar. «Las pruebas se hacen aquí, las imágenes se envían de manera interna y los radiólogos las estudian allí. En el caso de que crean que es necesario completar la prueba, son los de Galdakao quienes se deplazarán a Vitoria», señalan los mismos medios. «Con este apoyo, para finales de verano reduciremos la demora media a menos de tres meses».

Esta sección se encarga también de realizar las mamografías de control, que son las que se hacen cada tres o seis meses a pacientes en tratamiento por cáncer o que ya lo hayan superado pero tienen revisiones periódicas. En el último año, algunas de estas pruebas se estaban dilatando en el tiempo, lo que ha motivado quejas de las mujeres. En este caso, se cuenta ya con el apoyo de radiólogos de Cruces. Basurto y San Eloy (todos en Bizkaia) expertos en la interpretación de las imágenes de mama. Si alguno de ellos observa algún tipo de problema, será un especialista de la OSI Araba quien se encargue de hacer más pruebas. A fin de llegar a septiembre y que ninguna de las afectadas se inquiete al ver que su cita se demora, durante julio y agosto se van a realizar desde Vitoria 500 mamografías extra de control que analizarán desde alguno de los tres equipos vizcaínos. «El objetivo es que ninguna espera sea mayor de tres semanas».

Y luego están las pruebas urgentes o preferentes. Cuando una mujer nota un bulto sospechoso «la prioridad es alta y no existe demora». No deben pasar más de 15 días desde que su ginecólogo pida la prueba, apuntan los mismos medios. El pasado año se realizaron 4.715 mamografías diagnósticas.

Dentro de esta batería de medidas para acortar estas listas de espera está la apertura de una consulta de Ginecología por las tardes para «atender a todos esos casos que quedan pendientes e informarles de sus problemas».

No hay intención de enviar pacientes a centros sanitarios privados. «La de mama es una sección muy especial, no vale cualquier radiólogo, son muy especialistas», matizan desde la dirección del HUA.

«Estamos muy agradecidos a todos los especialistas que colaboran con nosotros y a esos facultativos y técnicos que se quedan por las tardes, la implicación de todo el servicio es muy importante y más en verano, un momento complicado con las vacaciones», apunta la Dirección médica de la OSI Araba.

¿Hasta cuándo se contará con el refuerzo de estos equipos vizcaínos? No hay plazos, señalan las autoridades sanitarias alavesas, que matizan que la colaboración en red con Galdakao ya empezó hace tres meses. «Vamos a necesitar ayuda una temporada larga», adelantan desde la OSI Araba.

Y es que no será sencillo cubrir esas ocho vacantes de radiología. El único rayo de esperanza está en la incorporación al servicio de dos residentes que acaban este mes de septiembre su formación y que han manifestado su disposición a quedarse a trabajar en el HUA. Pero cubrir el resto de plazas será complicado. Los especialistas calculan que hasta 2033 incluso puede quedar alguna vacante más aunque a partir de esa fecha se irán incorporando al sistema más radiólogos.

La Radiología es una especialidad que ha crecido mucho y no sólo por las nuevas tecnologías de diagnóstico por imagen, cada vez más precisas. Ahora hay radiólogos intervencionistas que entran en los quirófanos. La otra gran amenaza para los servicios públicos de esta rama hay que ir a buscarla en la medicina privada, que cada vez reclama más a estos especialistas.

Además de radiólogos, la OSI Araba tienen problemas para cubrir una decena de plazas de médicos de Urgencias y varias de Traumatología. En toda la red hospitalaria vasca faltan médicos de hasta 52 especialidades, según ha reconocido el departamento de Salud. El trabajo en red es, en este sentido, una de sus primeras opciones. Por ejemplo durante lo peor de la pandemia, Txagorritxu y Santiago acogieron en sus UCIs a pacientes guipuzcoanos.