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El nuevo Teatro Principal al fin empieza a levantar el telón. Después de más de tres años de hipótesis y del estudio de hasta cuatro alternativas, el Ayuntamiento sacó ayer a concurso la redacción del proyecto constructivo por un valor de 665.500 euros. A ... este trámite, que 'dibujará' el renovado inmueble, le seguirá la fase de obra, mucho más costosa. Según las condiciones de la licitación, a las que ha tenido acceso EL CORREO, el equipo de gobierno (PNV-PSE) reservará un presupuesto máximo de 7,85 millones de euros.
La reforma definitiva será mucho más asequible que la ambiciosa propuesta de integrar el edificio Ópera, que resultó inviable por el grado de protección y conservación que requiere el centenario escenario de San Prudencio, además de su elevado coste, que superaba los 40 millones de euros. La obra se convertirá en una remodelación sin ampliar el espacio que ocupa el primer escenario alavés, que pide desde hace años una reforma para, al menos, mejorar las condiciones de «seguridad, accesibilidad y confort».
7,85 millones Es el presupuesto máximo que destinará el Ayuntamiento a la obra, aunque las empresas interesadas podrán reducirlo. La redacción del proyecto costará 665.500 euros.
Tres años de estudios e hipótesis La licitación pone fin a más de tres años de estudios y análisis de diferentes alternativas, que resultaron inviables por el grado de protección y conservación del centenario teatro.
4 alternativas llegó a tener el Principal, desde los 8 a los 40 millones de sumar el edificio Ópera.
Próximos pasos El Ayuntamiento recabará ofertas y adjudicará el proyecto. La empresa encargada tendrá 6 meses para redactarlo y después se contratará la obra, que no empezará al menos hasta dentro de un año.
Esas serán las cuestiones que busca resolver el nuevo proyecto, una vez descartadas la opción de integrar el Ópera. Para ello, el teatro del Ensanche perderá «cerca de 200 butacas» de las 984 que tiene en la actualidad. Las condiciones que ha marcado el Ayuntamiento para la realización el proyecto señalan que el equipamiento pasará a tener «en torno a 800» asientos. El objetivo pasa por ganar espacio entre las butacas y mejorar los accesos. También se reformarán los palcos y la platea, además de «mejorar la funcionalidad» del peine actual. El presupuesto de casi 8 millones de euros, sin embargo, no incluye el nuevo equipamiento escénico, que se renovará «en su totalidad» y se contratará a través de un nuevo concurso, todavía por convocar.
El proyecto, por lo tanto, será distinto a las cuatro alternativas que se planteaban, aunque el más parecido era quizás el básico, que cambiaba las butacas y se adaptaba a las nuevas normativas de accesibilidad, sin modificar la estructura. Los presupuestos de las alternativas, de hecho, oscilaban entre los 8 y los 15 millones de euros, al margen de la integración del Ópera, la única que contemplaba un considerable aumento del aforo.
El recién iniciado recorrido administrativo se traduce en una hoja de ruta para la posterior obra. El Ayuntamiento deberá escoger la mejor oferta, adjudicar la redacción del proyecto y la empresa seleccionada lo desarrollará en un plazo de seis meses para sacar después a concurso la propia obra. Es decir, los trabajos para reformar el Principal no arrancarán al menos hasta dentro de un año y el teatro no reabrirá hasta mediada la próxima legislatura (2023-2027), siempre en función de los plazos que marquen las empresas que realicen el proyecto y lo ejecuten.
En paralelo, el Ayuntamiento deberá reorganizar la programación cultural en diferentes equipamientos durante la fase de obra del Teatro Principal. El candidato más viable es el Iradier Arena, que ganó una notable actividad durante la recuperación gradual de la agenda cultural durante 2020 y 2021, gracias a su amplio espacio. Sin embargo, el antiguo coso taurino arrastra algunos hándicaps en cuestiones de acústica. En este sentido, algunos grupos políticos, como EH Bildu, y agentes del sector apuestan por remodelar primero el Iradier y acometer después el Principal, algo que el ala nacionalista del gobierno local parece descartar.
El Ayuntamiento derivará algunos espectáculos de pequeño formato, como exhibiciones musicales y monólogos, al auditorio María de Maeztu del Palacio Europa, donde habilitará algunos camerinos. No obstante, lo más probable es que los de mayor tamaño se adapten al Iradier Arena en su configuración actual.
El gobierno local cree que el Principal volverá a ser «puntero» tras la obra. «Acabará con sus carencias y lo convertirá en un teatro del siglo XXI respetando su valor», dijo la teniente de alcalde Maider Etxebarria (PSE). Para la concejala Ana Oregi (PNV) es «una noticia esperada desde hace años por la ciudadanía y por el movimiento cultural».
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