Las redes de alta tensión de Forestalia generan rechazo en todas las comunidades

Álava, donde se prevé descargar la energía transportada desde Tauste (Zaragoza)-Júndiz, ya se opuso a una declaración de impacto ambiental como la aprobada el martes por Transición Energética. El impacto de la autopista de alta tensión entre Labastida, Berantevilla y Zambrana sería de 30 torres (251 en La Rioja), pero no es la única gran línea de Forestalia que afecta a la provincia. Por la muga con Navarra entra en el territorio la línea de 179 kilómetros que va desde Biota (Zaragoza) hasta Vitoria con un ramal hacia Gatika (Bizkaia) y que contó con las alegaciones de la Diputación alavesa al considerar que «los daños son inasumibles» por su alto impacto, en línea con el Gobierno vasco que la consideró «no aceptable» por sus afecciones, especialmente en la zona de la Llanada. La Diputación alavesa calificó este tipo de planes de «medioambientalmente insostenibles». «Somos contrarios a un proyecto así porque es absolutamente ineficiente trasladar la energía que se produce en un punto a una distancia tan larga», sostiene el Gabinete de Ramiro González, que considera que los puntos de 'volcado' de la energía deberían estar lo más cerca posible del lugar donde se producen.

Gobierno de La Rioja, Parlamento regional, Consejo Regulador, ayuntamientos, sindicatos agrarios, bodegas particulares, plataformas en defensa del paisaje... Todos se han mostrado en contra de los planes de Forestalia con la línea Tauste-Júndiz, de 185 kilómetros, que atravesaría la región de este a oeste. Tanto el Consejo Regulador como el Gobierno de La Rioja no descartan ir a los tribunales si además del Ministerio de Transición Energética y Reto Demográfico, que ha aprobado la declaración de impacto ambiental, acaba dando el visto bueno también la Dirección General de Energía, que sería el siguiente paso. El argumento es claro: no es necesaria una red privada de evacuación de tal impacto, cuando además no aporta nada a la región, más allá de graves afecciones al paisaje, rural, vitivinícola y cultural.

La comunidad foral es otra de las afectadas por el entramado de autopistas de alta tensión de Forestalia. La línea Biota-Vitoria atraviesa la región de este a oeste. Recorre 34 municipios y su Gobierno ha sido también muy crítico con la planificación de la empresa aragonesa para la evacuación y transporte de la energía. La declaración de impacto ambiental de esta línea impone a la promotora varias modificaciones por su elevada afección y, al igual que sucede en de Tauste-Vitoria, también se condiciona al visto bueno de las comunidades autónomas afectadas (Aragón, Navarra y el País Vasco). De momento sigue adelante. La contestación social es también muy importante, liderada por la plataforma Fundación Sustrai Erakuntza.

Son tres las autopistas de Forestalia que atraviesan Cataluña, con destino a Isona (Lérida), Piérola y Begas (Barcelona), con importante afección también en Tarragona. La compañía aragonesa ha logrado el plácet ambiental pese a la oposición de la Generalitat. Son 330 kilómetros de torres de alta tensión que atraviesan territorio catalán. La contestación social comarcal y municipal es muy importante en determinadas zonas, mientras que el Gobierno de Pere Aragonés ya ha advertido que pondrá en marcha todos los mecanismos para pararlas.

En Aragón, hay contestación social en los grandes centros de producción de energías renovables, como las Cinco Villas, en el noroeste de la provincia de Zaragoza y de donde parte la línea Tauste-Júndiz (Tauste), cuyo entorno se ha convertido, e irá a más, en un gran polo de producción de energías fotovoltaicas y eólicas. La mayor contestación está en Teruel, con el apoyo político de Teruel Existe, que incluso anuncio una denuncia por un posible delito ambiental contra el Ministerio para la Transición Ecológica. En todo caso, el Gobierno de Aragón, con el socialista Javier Lamban como presidente la pasada legislatura, ha sido el principal avalista de la política de Forestalia para el impulso de concesiones para la creación de parques de generación de renovables.

Valencia sería el destino de la energía producida en parques eólicos y fotovoltaicos instalados, y pendientes de construcción, en Teruel. Es la sexta autopista planificada por Forestalia para el transporte de la energía y, por el momento, la única cuya declaración de impacto ambiental está pendiente. En la Comunidad, Compromís ya introdujo en el Parlamento una enmienda a una proposición no de ley del PSOE que obligue al Gobierno de España a paralizar los proyectos de renovables que tengan informe negativo de la Generalitat. Sería el caso de la línea que planifica Forestalia. Compromís ya pidió pública y expresamente al Gobierno de Sánchez la paralización de la autopista de la promotora aragonesa por su «gravísimo» impacto.