Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hay un momento de tu vida en el que ya no te apetece, ya no necesitas salir de noche, hasta el alba si se tercia, y regresar a casa haciendo eses o zetas. Hay un momento en que la noche sólo es otro momento del ... día y nada más. Hay un momento en el que te olvidas de que fuiste otro, el mismo pero distinto, que al acostarse los sábados de madrugada contaba las horas para que volviera a ser viernes. Por eso hoy muchos, quizás también usted, no entenderán y les parecerá una soberana estupidez que decenas, quizás cientos de chavales se echaran ayer a la calle pocos minutos después de las 0.00 sin nada que hacer, sin ningún bar abierto, sólo para disfrutar de esa noche que apenas habían tenido tiempo de conquistar y que el virus les arrebató.
Con temperaturas que para las 22.00 horas todavía alcanzaban los 25 grados, las autoridades se temían que hasta la medianoche muchos se negaran a recogerse y se saltaran el toque de queda. No fue así. Las calles se vaciaron con absoluta normalidad y para las 22.15, los repartidores de comida a domicilio, a la carrera, sólo esquivaban a algún que otro rezagado que, con parsimonia, iba camino de casa. Aunque sin demasiadas prisas. «Es una tontería que nos tengamos que meter ahora en casa y que a las doce sí podamos salir: yo creo que esta noche la policía no va a poner multas... total, para dos horas», razonaba Eder, en la Virgen Blanca. Y lo cierto es que, a esas horas, la presencia policial era notablemente más reducida en el centro que cualquier otro día.
Noticia Relacionada
Jorge Barbó Nuria Nuño
Vitoria cumplió con el toque de queda hasta el final, sí, pero todas esas ganas de jolgorio que se respiraban a las 20.00 horas, al cierre de los bares, se trasladaron a los domicilios. Bastaba con pasear por las calles vacías, para escuchar y ver, aquí y allá, a través de esa ventana y en aquel mirador, una sucesión de fiestas bastante menos clandestinas que las que se han sucedido otros sábados por la noche. Flotaba anoche en el ambiente cierta sensación de impunidad.
Justo a medianoche las calles eran todavía un erial. En el Casco Viejo explotaron petardos y más de uno abrió de par en par las ventanas con el 'Libre' de Nino Bravo a todo trapo. Está claro que esta buena gente no fue consciente del tremendo sacrilegio que estaba cometiendo. Nadie debería utilizar este temazo en vano. Es algo que hasta Ayuso sabe: se cuidó muy mucho de no utilizarlo en campaña y eso que le venía al pelo. Mucho más acorde con la situación, ese 'Toda la noche en la calle' de Amaral que Zuriñe, Bea y Laura cantaban, desgañitándose, camino a La Florida. «Hemos quedado con gente del cole para estar un rato», atinaron a decir las chicas. Pero el ambientazo no estaba allí, qué va. La fiesta se desató en la Virgen Blanca pasadas las 0.20 de la noche. Un público jovencísimo, pero que muy jovencísimo, se fue concentrando poco a poco en la plaza. A ojo de buen cubero, uno diría que allí ninguno frisaba si quiera los 20 años. Y todos juraban y perjuraban que se trataba de un encuentro espontáneo. «La mayoría habíamos quedado por las redes en la Renfe y también en el parque de La Florida, pero hemos pasado por aquí, hemos visto este ambientazo y nos hemos quedado», comentaba Rebeka, la más pizpireta de su cuadrilla de amigas, todas endomingadísimas y monísimas. Ninguna pasaba de los... 17 años.
-Y, en casa, ¿os han dado permiso para salir?
- ¡Claro! ¡Es que veníamos todas! Yo creo que nuestros padres están hartos de tenernos todas las noches en casa.
En esas, un vecino abrió las ventanas de par en par y se puso a pinchar sin escatimar decibelios. Debajo, la muchachada estaba entregada, claro. Se olvidaron de las distancias, se pusieron a botar y a gritar. Lo curioso es que no estaban de botellón. Apenas circulaban algunas latas de cerveza, con algunos tragos furtivos de mano en mano, de boca en boca. Sólo tenían ganas de estar juntos, de bailar, de berrear, de dar vueltas en esos patinetes con lucecitas, de grabarse vídeos en TikTok... Aquello recordaba muchísimo a una de esas sesiones 'light' que se estilaban hace unos años en las discotecas.
Noticia Relacionada
No fue hasta pasadas las 0.45 cuando la primera patrulla de la Policía Municipal apareció por allí. La música cesó de repente y muchos de los chavales salieron en estampida. Sin embargo, los agentes poco pudieron hacer. Impotentes, apenas pudieron instar al vecino a bajar la música antes de marcharse entre silbidos y abucheos. La chavalería se tomó ese gesto, que se repitió durante toda la noche, con coches de policía que iban, veían y se largaban, como una pequeña victoria, como una pequeña revancha a tantos meses de -ojo- «opresión». «Es que han ido a por nosotros, te pasabas quince minutos del toque de queda y ya los tenías encima», razonaba Markel, entre aplausos de sus amigos. Alguno, envalentonado, se puso a mentar a Urkullu en uno de esos cánticos que siempre acaban con un 'lo-lorolo-loro-lo', a medio camino entre el himno tribal y el graznido adolescente.
De hecho, la el Departamento de Seguridad confirmó a este periódico a primera hora del domingo que no se habían producido intervenciones reseñables por parte de la Ertzaintza durante la madrugada en Álava. El Departamento de Seguridad ha especificado en un comunicado que la a lo largo de la madrugada en Euskadi se han intervenido en numerosos «botellones», los cuales se han intervenido sin «incidentes». No ha sido necesario en Álava, pero sí en algunos municipios como Bilbao, Getxo, Leioa, Berriz, Lemoa u Ordizia. Solo los bomberos de Vitoria se han visto obligafos a sofocar un contenedor que había cogido fuego en la Senda de Valentín de Foronda.
Fuego en contenedor anoche en Senda Valentin Foronda. 🤬🤬🤬 pic.twitter.com/XbooRTgICc
Bomber@s Gasteiz (@Bomberos_VG) May 9, 2021
La música, esa fiesta rebelde y descafeinada, esa especie de 'rave' urbana con acné continuaba a las dos de la madrugada. Para esa hora, muchos empezaban a reparar en lo absurdo de estar en la calle de noche por estar, por el mero hecho de disfrutar de la noche, de recuperar esa noche que, muchos, a esa edad, han sentido que se les ha arrebatado durante tantos meses.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.