Desde Lapuebla y Lanciego hasta Yécora: El granizo destroza en minutos el trabajo de un año

El diputado general de Álava, que expresó ayer su «preocupación» por los efectos de la dañina tormenta caída sobre Rioja Alavesa, se ha acercado este viernes a la comarca para observar de primera mano los efectos de la granizada. Ramiro González se ha desplazado hasta El Campillar, junta administrativa de Laguardia. Allí le esperaban Txutxi Muro, viticultor de Lapuebla de Labarca, y José Luis Díaz Bello, concejal en el Ayuntamiento de Laguardia. Los tres han podido comprobar los daños que el granizo y la lluvia han causado a las cepas. «En unos minutos se estropea el trabajo de todo un año. Eso es muy duro -ha lamentado-. En los próximos días, los técnicos de la Casa del Vino harán la valoración. Ahora es momento de valorarlo 'in situ' y de acompañar a los agricultores». En principio, todo apunta a que la zona más afectada por el pedrisco es la comprendida desde Lapuebla de Labarca y El Campillar, además de Yécora.

Durante su visita, el diputado general ha hecho hincapié en la importancia de tener contratado un seguro para los viñedos de cara a hacer frente a las pérdidas económicas derivadas de la adversa climatología. En este sentido, ha recordado que en 2015 había unas 3.500 hectáreas aseguradas. «Ahora son más de 10.000; lo que representa el 75% de la superficie plantada en Rioja Alavesa. Esto aporta una gran tranquilidad al sector. Hay que apostar por el aseguramiento». Preguntado por la petición del PP de que se ponga en marcha el Fondo de Catástrofes, González ha respondido que «el mejor fondo es el aseguramiento. Es lo que impulsa la Diputación desde hace años».

Por su parte, Txutxi Muro y José Luis Díaz Bello han compartido sobre el terreno su preocupación. «Esto no tiene remedio. Es el momento crucial de la floración», han señalado. «En cuanto se pueda entrar a las fincas hay que tratar las viñas como si fueran a dar uva -para recuperarlas de cara al próximo año-. Es gasto sobre gasto para no recoger nada», han lamentado.

«Hay viñas donde no se va a poder recoger nada. Están perdidas por completo», lamentan agricultores de Yécora tras la tormenta de ayer que dejó en apenas veinte minutos 50 litros de agua y granizo. En verano los granos de uva ya están formados «y es más fácil salvar los racimos pero ahora acabamos de empezar la floración y eso ya no se recupera».

Elisa Vázquez, concejala del municipio riojanoalavés, explica a pie de viña que «el mayor problema para los viticultores es que van a tardar varios días en poder entrar a las parcelas» para aplicar tratamientos contra las enfermedades. «Dicen que hay que actuar en 48 horas pero no será posible intervenir hasta bien entrada la próxima semana», apuntan agricultores.

Los campos de cereal, trigo y cebada principalmente, también han sufrido daños y cuando se seque el campo «podremos comprobar las pérdidas». En total, en Yécora consideran que habrá 800 hectáreas de viña y cereal con un grado de afección «importante».

Las 1.100 hectáreas de viñedo que tiene el término municipal de Lanciego «en mayor o menor medida» se han visto dañadas, «aunque confiamos en que muchas de ellas se puedan recuperar». después de la brutal tormenta con granizo que descargó ayer por la tarde poco antes de las 17.00 horas. «Ha movido mucha tierra en los viñedos y el fuerte viento también ha destrozado hojas», ha explicado la alcaldesa, Itziar de Álava, a pie de viña. Había comenzado ya la floración «y los destrozos van a ser importantes», apunta la concejala Cristina Blanco. Con un problema añadido, que «no todos los agricultores tienen seguro y ahora lo pueden lamentar».

Esta tormenta ha sido «la más gorda» desde una registrada el 26 de julio de 1983 cuando «cayeron granizos como pelotas de golf, se rompieron uralitas y persianas y se abollaron coches», recuerdan algunos veteranos en Lanciego. Además, los vecinos de la localidad sufren desde ayer problemas de telefonía. Se han caído las comunicaciones, el wifi, la fibra óptica...

La noche en Lanciego la han pasado «en vilo» pensando en «qué nos íbamos a encontrar la mañana siguiente. Y cuando a las seis ha empezado a tronar y caer algún rayó nos hemos vuelto a temer lo peor». Aunque, durante varias horas, el cielo ha dado una tregua; a las diez de la mañana ha vuelto la tormenta.

Por su parte, Gorka Sáenz de la Cuesta, concejal de Lanciego, expresa mucha preocupación por los numerosos desperfectos ocasionados en los caminos rurales del municipio. En la localidad confluyen tres ríos y «las corrientes empezaron a salir por todas partes», explica. Los más veteranos de la localidad no recuerdan haber visto correr «tanta agua junta». El edil apunta, además, otro problema añadido al precio barato que se paga por la uva. A causa de los daños que ha provocado la tormenta, los agricultores tendrán que invertir «más recursos humanos y tecnológicos; es decir, aumentarán los gastos mientras todavía desconocen cuánto se les pagará por el kilo de uva».

A los agricultores también les preocupan las enfermedades que puedan sufrir los viñedos. El peligro para la viña «se multiplica», según los expertos, porque la acumulación de humedad favorece la presencia de uno de los mayores enemigos de los viticultores, el hongo mildiu. Con este panorama, en la zona no pueden evitar mirar al cielo y seguir con atención las noticias del tiempo. Tras las intensas precipitaciones y la granizada, lo ideal sería que soplará el viento norte y que no hiciera calor. Sin embargo, las previsiones meteorológicas para los próximos días apuntan totalmente a lo contrario. En principio, hará bastante calor; lo que podría provocar la aparición de enfermedades en los viñedos.

El Partido Popular de Álava registrará una moción en las Juntas Generales para exigir que se ponga en marcha el Fondo de Catástrofes aprobado en 2008. Apuntan que éste todavía no se ha activado en la provincia, «mientras que en Guipúzcoa sí que lo tienen». Los populares critican que «cada año, en primavera, el sector vitivinícola sufre daños meteorológicos y no se está haciendo nada para evitarlos». Ana Salazar, secretaria general de la formación en el territorio, ha recalcado que «el sector vitivinícola lleva más de un año afectado por la caída de las ventas debido al Covid, y ahora se ven afectados por las graves tormentas», ha apuntado. «Hay que ayudarles y respaldarles. No pueden seguir así».

La fuerte tormenta que visitó Álava este jueves descargó entre 40 y 50 litros por metro cuadrado en apenas media hora en municipios como Yécora, Elvillar o Lanciego. También en Lapuebla de Labarca. Las intensas precipitaciones y las bolas de granizo dañaron allí fincas de viñedos y cereal. La tormenta también generó en la localidad problemas en el asfaltado de algunas calles -se acumularon 30 litros por metro cuadrado-, al arrastrar tierra y piedras en una de sus principales vías. También se inundaron algunas lonjas y garajes y sus propietarios tuvieron que emplearse a fondo para achicar el agua.

Maite Córdoba, alcaldesa de Lapuebla, ha explicado a EL CORREO que el pedrisco ha afectado «a bastantes héctareas de viñedo». No obstante, también hay numerosos daños materiales, ya que mucha tierra y piedras, arrastradas por las corrientes de agua, acabaron en el barrio de Las Bodegas. Desde ayer por la tarde, los operarios limpian la zona afectada, ya que el agua inundó lonjas y garajes. Además, las intensas precipitaciones han vuelto a dejar su tarjeta de visita este mismo viernes. Entre las 6 y las 8.30 horas, han caído aproximadamente otros 30 litros por metro cuadrado en cuatro tormentas.