No daba crédito. Un vecino de Vitoria acudió a la Síndica para recurrir la multa de tráfico que había recibido en su casa por exceso de velocidad. Según la notificación, el cinenómetro de la calle Zaramaga (frente al Boulevard) le había cazado circulando a 101 ... km/h. Se trata de un tramo que está limitado a 50, por lo que se enfrentaba a una retirada de seis puntos y 600 euros al tratar de una infracción «grave». Su sorpresa era mayúscula porque era mientras circulaba con su camión: «Si este vehículo apenas puede ponerse a 95 kilómetros por hora en autopista», alegó en su defensa.
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Tal era su enfado que ni siquiera se acogió al prontopago para reducir a la mitad la sanción. No obstante, la defensora vecinal, Leire Zugazua, le recomendó beneficiarse de ese pago reducido «al no estar garantizado que una posibles alegaciones fueran estimadas y así rebajar la multa». Aunque no tardaron en verlo claro. Desde la oficina comenzaron los trabajos para revisar la denuncia. El primer paso fue solicitar al Ayuntamiento información sobre esta multa, una intermediación que terminó siendo determinante.
Los técnico del Servicio de Tráfico municipal respondieron que el radar en cuestión «está verificado», pero a su vez reconocieron que «eso no quita para que en situaciones muy puntuales y no controlables pudiera hacer alguna medición errónea a vehículos voluminosos con velocidad muy altas como es el caso». Este periódico preguntó ayer al Consistorio acerca de este tema, quien confirmó que la multa acabó «anulada por corresponderse con una situación puntual en la que el paso de un vehículo voluminoso genera un error de medición».
Desde el Ayuntamiento insisten en que «el radar está revisado» y se descarta tomar otra medida dado que «no se producen circunstancias que motiven una intervención de más calado». «No se dispone de una cifra de sanciones similares a la que se relata, pero no se trataría de una cantidad significativa», argumentan.
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Otro caso similar
No obstante, la Síndica pone encima de la mesa un caso similar que ocurrió hace siete años y con el mismo radar como protagonista. «Al recoger esta reclamación, vino inmediatamente a nuestra memoria uno similar que tuvo entrada en 2017». El vehículo en cuestión era una autocaravana, cuyo conductor reclamó la denuncia a la que se enfrentaba por exceso de velocidad. Las cifras también le asombraron.
Tras aquella reclamación, el Servicio de Tráfico ordenó a la empresa instaladora del cinemómetro a realizar unas comprobaciones del dispositivo. Ya en aquel entonces se reconoció que «dicho error puede ser producido al tratarse de un vehículo de grandes dimensiones». De manera que desde la oficina de la Síndica trasladan su «preocupación de que se hubieran dado más situaciones similares».
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A lo largo y ancho de Vitoria hay colocados once radares fijos. A estos hay que sumar los móviles que se instalan en distintos puntos de la ciudad para sancionar a aquellos que circulan más rápido de lo permitido. Según datos avanzados por este periódico, el año pasado se cazaron a 12.868 conductores. En el caso de Zaramaga, los dos cinenómetros que hay en el barrio se encuentran en el mismo punto: frente al Boulevard y enfocando a ambos sentidos de la vía. El año pasado estos dispositivos saltaron en 115 ocasiones, aunque siete de las infracciones se anularon tras la reclamación del conductor.
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