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Hasta 2015 la carrera profesional de Íñigo Bilbao (Vitoria, 1966) estuvo muy ligada al urbanismo de Vitoria hasta el punto de ser el asesor del PP en la elaboración del Plan General vigente, redactado bajo mandato del exalcalde Alfonso Alonso. Pero a partir de ahí ... dio el salto a la UE y se especializó en fondos europeos. La combinación de ambas facetas son las que han llevado al Ayuntamiento y a la Diputación foral a elegirle para dirigir la Fundación Mobility Lab, llamada a innovar para mantener «el liderazgo» del territorio en movilidad y logística.
– ¿Qué es Mobility Lab?
– Esta iniciativa surge de la Diputación y el Ayuntamiento en un momento de transición muy importante en la movilidad y la logística, con la electrificación, la sostenibilidad y la digitalización, para que Álava no pierda esa posición de privilegio. Tenemos la suerte de tener en un territorio tan pequeño a Mercedes, a Michelin, a Talgo... a empresas punteras a nivel internacional. Pero luego también, a centros de investigación de referencia como el CIC Energigune, Tecnalia, la universidad...Y el encargo que recibimos es hacer el esfuerzo de mantener ese liderazgo y que ese talento, innovación y proyectos que atraigamos redunde en todo el tejido empresarial.
– ¿Y cómo va la cosa?
– Para montar todo ese hub de innovación trabajamos en varias líneas como un laboratorio vivo donde poder testear soluciones innovadoras en movilidad y logística o la creación de espacio de datos. La tercera pata es la colaboración con universidades y centros de formación profesional porque las empresas demandan perfiles cambiantes y muy sofisticados que les cuesta encontrar.
– ¿Me pone un ejemplo?
– Basquevolt está creciendo mucho y muy rápido y necesita ingenieros electroquímicos y aquí hay ingeniería quimica industrial y electrónica pero no hay esa y la escuela ya se ha puesto en contacto con la empresa. Y la última parte de Mobility Lab, la más importante, es la de conectar: lo público con lo privado, las grandes empresas con las pequeñas, los grandes centros de investigación con los emprendedores... Y además esto teniendo en cuenta de que es un periodo de financiación europea extraordinario. Nunca ha habido esta cantidad de oportunidades. Las grandes empresas ya saben organizarse pero a las pymes y también a la administración pública les cuesta mucho.
– ¿Es más ágil si se hace desde una fundación?
– Esa es la idea. De momento somos 100% públicos pero el patronato ya ha aprobado que se incorporen los privados y estamos en ese proceso. Que participen también esas grandes empresas Mercedes, Michelin, Talgo, Basquevolt... Y la logística también es muy importante. Mire por ejemplo aquí, en el parque de Miñano, estamos testeando el tema del vehículo conectado y autónomo del que se está hablando mucho. Es ideal, tienes un acceso, se puede controlar, calles, rotondas. A ese espacio físico se le añade otro virtual, es decir, todos los datos que tienen el parque, las empresas, de catastro y un mapa de puntos... BasqueCCAM quiere testar su vehículo y se les ha cedido un pabellón para que hagan maniobras de aparcamiento
– Mientras hablamos, es posible que los chinos estén ya a punto de llenar el mercado de coches con baterías sin litio. Da la sensación de que aquí todo va más lento...
– Sí, esto es una carrera. Pero de verdad, quiero dejar claro que Álava es un espacio privilegiado, que tiene un ecosistema excelente para el desarrollo de la movilidad del futuro y yo creo que no somos conscientes de que por ejemplo, el CIC Energigune es un referente mundial.
– ¿Pero desde un sitio tan pequeño ya se puede estar en esas posiciones de salida?
– Es muy complicado, pero ojo que Mercedes ha hecho una apuesta de 1.200 millones de euros, que se dice pronto, y eso nos tiene que animar. Basquevolt está creciendo y va a generar 2.000 empleos... Estamos haciendo lo que se puede pero efectivamente es un mundo muy complejo.
– ¿Se puede pisar más fuerte el acelerador?
– En eso estamos, desde luego las empresas van muy rápido. A veces es a la administración a quien le cuesta más.
– ¿Su experiencia en la UE hace que también sepa donde están los resortes, no?
– Exacto, las convocatorias de ayuda tienen plazos muy cortos, una exigencia de cumplimiento muy rigurosa y por eso estamos tratando de ayudar.
– Cuando un ciudadano de a pie oye la palabra movilidad piensa más en un carril bici o en su bus que en corredores ferroviarios, ejes mediterráneos, intermodalidad y esas cosas que usted me dice.
– Es que esto es un mundo. Fíjese que uno de los espacios de testeo es el del mundo de los drones, eso también está llegando y es muy interesante. Luego está el reparto de última milla, que lo estamos viendo en Vitoria con toda esa zona de bajas emisiones y ese microhub que se está moviendo y en el que queremos estar también, el transporte público eléctrico en el que Vitoria es una referencia...Todo esto lo hacemos para traer oportunidades de desarrollo y de conocimiento pero al final el objetivo es que los ciudadanos tengan los mejores servicios.
– ¿Incluida una mejor conexión por bus a los polígonos industriales ?
– Eso es importante también, desde luego. Se están haciendo iniciativas. Nosotros participamos en el 'carpooling' de este parque tecnológico. Yo hoy (por el miércoles) he traído a cuatro investigadores del CIC Energigune, dos pakistanís, una chica india y otra del Líbano, que están aquí una temporada y no tienen coche ni carné y como no hay frecuencia de bus ...
– En la movilidad a pequeña escala ¿cómo ve a Vitoria?
– Nos quejamos mucho, pero creo que funciona muy bien, que tenemos un sistema muy rico. Entre tranvía, BEI, urbanos.. Todo eso nos hace más interesantes que otras ciudades para testar soluciones. Distintos medios de transporte que inteactúan, con prioridad semáfórica, posibilidad de transbordo, billete único... En fin todo eso da mucho juego. Creo que tenemos un sistema de transporte privilegiado que lógicamente es mejorable.
– ¿En qué sentido?
– Bueno Tuvisa va a recibir 10 autobuses nuevos, ha habido problemas de ajuste con el BEI... El bus eléctrico ha sido un éxito y sé que se ha criticado mucho y que esa crítica se ha utilizado un poco.
– ¿Han abordado en la fundación los problemas de tráfico del sur de la ciudad? No está resuelto.
– Sí, mire, recuerde ese espacio de datos del que le he hablado. Una de sus aplicaciones es precisamente la de crear los gemelos digitales. Con todos los datos y sistemas de información geográfica que tengo construyo la ciudad y veo cómo se mueven todos los elementos: los buses, los coches, la prioridad semafórica... Lo pongo en el tablero y puedo ver qué pasa si corto la calle Los Herrán porque hay unas obras. Hay herramientas ya muy potentes y hay que hablar con datos encima de la mesa. Luego la decisión ya la tomarán los políticos. Por ejemplo, ahora va a hacer Tuvisa un pequeño piloto en un cruce.
– ¡A ver si la solución al Sur está en una simulación!
– A ver. Nosotros desde luego aportaremos herramientas, datos, no intuiciones.
– Usted participó en el diseño del Plan General de Vitoria que aún está vigente. ¿Ve necesaria esa ronda Sur?
– Quiero esperar a tener datos. Se han hecho estudios a trocitos pero al final la movilidad es tan compleja que lo que cambias en el norte te repercute en el sur... Y además creo que también todo esto es un tema de percepción. Se le da más voz a determinados sectores, al conductor sobre todo, que al usuario del transporte público que son jóvenes, muchas mujeres, mayores.. El BEI está moviendo cinco millones de viajeros y estarán encantados y esos no aparecen.
– ¿Sigue los debates del nuevo Plan General?
– En la distancia. Sí que el tema de los suelos industriales nos preocupa, sobre todo si queremos traer empresas clave en logística. Pero tenemos también una Llanada con una gran riqueza agrícola y un paisaje... Hay que crecer aunque también hay que poner cuidado en cómo. Y también es clave toda la renovación de polígonos industriales que están en declive, obsoletos...
– El Plan General hecho con Alonso fue clave para dar cabida a Salburua y Zabalgana. ¿Han cambiado las tornas?
– Fue una operación impresionante en el tiempo y en la dimensión y quizá nunca se ha puesto en valor la cantidad de metros cuadrados que se urbanizaron y la de viviendas que se construyeron en muy poco tiempo y además con un acuerdo publico-privado que fue un ejemplo en un momento de necesidad. Pero bueno pienso también en en las entidades locales menores y quizá hubo un exceso. Luego llegó la crisis de 2008... Creo que el proceso de redensificaciones fue muy acertado.
– ¿Algo de lo que usted pensó entonces no se hizo?
– Lo del interior de las manzanas del Ensanche. Era un sello personal. Ver la posibilidad de ordenar esos patios interiores, crear unidades de ejecución que permitiesen hacer aparcamientos en subsuelo si hacía falta y que en la superficie pudiese haber jardines y equipamientos... Nunca se llegó a activar. Y me duele el Casco Medieval, tenemos una joya
– Ya no hay Arich y hay casas del barrio que se caen
– Me da pena que tengamos unos palacios maravillosos y un Casco Viejo que es una joya y que esté languideciendo con muchos problemas. Es verdad que el Arich era una herramienta muy útil, un trabajo de artesanía, se trabajaba portal a portal... Se perdió esa gestión a pie de calle muy al detalle. pero bueno, por fin se ha abierto un apartahotel. Que yo decía, en cualquier pueblo de Cantabria hay tres hoteles con encanto y en el Casco ninguno...
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