Las quedadas de jóvenes preocupan en Lakua e Ibaiondo

Los residentes expusieron a los representantes municipales que «por la pandemia se ha acentuado la cantidad de chavales que vienen al barrio» desde zonas como Sansomendi, Salburua o Zabalgana, lo que ha generado conflictos vecinales. Manifestaron que «son una minoría y siempre los mismos. Pero generan molestias. Golpean las ventanas con el balón, hacen algunas pintadas...», según participantes de la reunión. El gran atractivo de su barrio cuenta con algunas instalaciones de ocio al aire libre integradas en el nuevo parque intergeneracional que cuenta con una pista de BMX, mesa de ping-pong, espacio para volar cometas... Las instalaciones se saturan, lo que además impide a los vecinos más jóvenes disfrutar con seguridad de estos equipamientos inaugurados en el verano de 2020 como una oferta de ocio novedosa sin alejarse de casa.

El Ayuntamiento ha trasladado a los vecinos que para mantener «entretenida» a la juventud de la ciudad. Aunque los representantes municipales han reconocido que durante la pandemia «la oferta se ha visto muy limitada», ya que los aforos son mucho más reducidos y las plazas se quedan cortas. Otra alternativa que han abordado es la presencia de monitores de calle en el barrio. «Suele haber patrullas, pero no tiene sentido reclamar más presencia policial. Es un número tan elevado de chavales que no darían abasto. Algunos vecinos han advertido a la Policía de algunos comportamientos incívicos, pero como son menores no se puede hacer nada», expusieron algunos de los participantes.

No es la primera vez que este problema se deja notar en las calles de Lakua. A finales de noviembre se vivió el capítulo más conflictivo. La Policía Local y la Ertzaintza montaron un dispositivo especial de urgencia para evitar que tuviera lugar una macroquedada juvenil para pelearse convocada a través de los medios de mensajería móvil. Ambos cuerpos abrieron propuestas de sanción a un centenar de jóvenes por no respetar la limitación de reunión a seis personas o no llevar mascarillas. También por beber, tenencia de drogas y, sólo en un caso, portar un objeto contundente (una cadena). Por su parte, el alcalde Gorka Urtaran negó dicha concentración y redujo al incidente a «una pelea entre dos chavales».