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Dejar el paraguas para enfundarse los guantes, el gorro y la bufanda. Ese será el gesto más repetido estos días en Vitoria. Todas las agencias meteorológicas avisan de una ola gélida que se sentirá especialmente en las primeras semanas de diciembre. El descenso de las ... temperaturas en la capital alavesa se empezará a notar a partir de mañana. «A partir del día 30 llega un anticiclón continental con mucho frío. Dejará de llover pero las temperaturas caerán drásticamente», resume Margarita Martín, delegada de Meteosat en Euskadi. El fin de semana, las mínimas podrían alcanzar los 5 grados bajo cero.
Desde Euskalmet advierten de que también la cota de nieve descenderá hasta los 700-900 metros. Cabe recordar que hace dos semanas, la cota de nieve se situó en entre los 1.000 y 1.200 metros de altitud y se tiñeron de blanco el Gorbea, Sierra Cantabria y Sierra Badaia. Si el descenso en el mercurio ya es acusado de cara al fin de semana, según los actuales modelos se prevé que la sacudida de una ola de frío «importante» se note todavía más a partir del 8 de diciembre, según los actuales modelos.
Esa tendencia gélida tendría que ver precisamente con uno de los términos que más se han repetido en los últimos días, la llamada 'ruptura' del vórtice polar, un fenómeno que se produce al norte del Atlántico. Hace que la masa de aire frío y húmeda descienda a latitudes templadas. «Es una posibilidad que entre aire muy frío y llegue a Europa. Cómo, cuánto y cuándo afectará todavía no podemos decirlo con certeza», afirma Onintze Salazar, meteoróloga de Euskalmet, acerca de un hecho habitual. «No hay que alarmarse porque es algo que ocurre todos los inviernos», apunta Martín.
En el balance del noviembre que está a punto de concluir, las precipitaciones se acercan a los valores habituales –se sitúa en los 71,9 litros hasta el día 27 y la media es de 86,2– y muy lejos del registro anterior en el mismo periodo del año pasado cuando se registraron 175,4 litros por nevadas y fuertes lluvias. Un buen indicador pluvial lo ofrece la capacidad del embalse de Ullibarri, al 58,1%, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
La anomalía en este mes se ha producido en el registro de temperaturas que ha sido «muy cálido» en el conjunto de Euskadi. En Álava, la media ha sido de 10,7 grados, dos por encima de la media este mes. No fue hasta hace diez días cuando se despidió el llamado 'veroño' y bajaron las temperaturas hasta dibujar un perfil normal.
A pesar de que los niveles pluviales parecen recuperarse, hay estampas que contrastan con los datos ofrecidos. La más llamativa es la de las lagunas secas que se pueden ver en Salburua. «Nunca hemos tenido una sequía tan pertinaz», reconoce Gorka Belamendia, del Centro de Estudios Ambientales (CEA). Al mismo tiempo, recuerda que el encharcamiento que se da en esa joya del Anillo Verde no se produce como muchos piensan. «El humedal no se llena porque su cuenca recoja el agua de lluvia y la acumule como en el fondo de vaso, sino que surge cuando el acuífero bajo suelo se va colmando, lo que hace que aflore en las zonas deprimidas del terreno», explica de forma gráfica.
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