El puente de Mantible recupera el arco riojano que colapsó hace tres años

La semana pasada, tres años después del colapso, el arco que se asienta en el municipio de Logroño recuperó su verticalidad, a falta de que el paso del tiempo y la humedad recubran la nueva obra de elementos que la envejezcan y quede acorde con el resto de las ruinas.

Ahora, la vieja pasarela de Mantible que llegó a contar con al menos siete arcos, ya dispone de dos de ellos, uno en la ribera riojana y otro en la alavesa, junto a Asa (municipio de Lanciego). Para completar la vieja infraestructura restaría uno que vuela sobre el cauce del Ebro uniendo el riojano y el alavés, y cuatro más, de menor tamaño, en la margen vasca.

El Ayuntamiento de Logroño dio por finalizadas las obras la semana pasada e inauguró la bóveda que vuelve a estar en su sitio, a la espera de que la pátina del tiempo dé uniformidad al conjunto. De este modo, Mantible vuelve a lucir sus dos últimos arcos en el sinuoso meandro que el Ebro forma en Asa-El Cortijo. Recupera así la imagen previa al colapso de 2021, pero además, sus restos se han consolidado, al menos en el lado logroñés, con una reconstrucción que irá acompañada de una próxima mejora de sus accesos y nuevas señales. Al menos esa es la intención municipal, que también tratará de fomentar su conocimiento y divulgar su historia, que según las últimas investigaciones, pese a no ser concluyentes, apuntan a un origen definitivamente medieval y, por lo tanto, no romano.

A las acciones anunciadas, el consistorio logroñés prevé realizar otras actuaciones para favorecer el disfrute del puente y de su entorno con el objetivo de difundir la actuación realizada y subrayar el valor patrimonial de este monumento. En primavera realizarán unas jornadas divulgativas en el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja (COAR), así como una publicación monográfica de la restauración llevada a cabo.

Los trabajos realizados han ascendido a más de un millón de euros (1.013.835 euros), según recordó la propia Administración local. Estas obras han consistido en la consolidación del cimiento de la pila, estabilización de la fábrica mediante perforaciones, inyecciones y anclajes, y revestimiento para evitar procesos erosivos de la acción del agua.

También se han reconstruido las piezas y recolocado en su posición original en la bóveda del arco, previo levantamiento fotogramétrico del conjunto e interpretación arqueológica. Para ello se sanearon los elementos sueltos, recuperaron los sillares y mampuestos, repararon y limpiaron las piezas y realizaron las piezas nuevas requeridas. Tras su montaje y rejuntado de las caras vistas del arco, se repusieron los rellenos en el intradós (superficie interior) del arranque de la bóveda, mediante la recuperación de sillarejos y mampuestos originales, siguiendo su misma técnica constructiva.

Además, retiraron vegetación, sanearon las juntas y la piedra arenizada, rejuntaron con mortero de cal y llevaron a cabo actuaciones de impermeabilización y drenaje para evitar daños en la estructura por filtraciones.