«Ahora puedo irme los findes de semana con las amigas sin llevarme la bicicleta»

- ¿Ya se ha dado algún capricho?

- Todavía me queda mucho para darme cuenta del cambio. No se me hace tan raro porque estos meses siempre eran tranquilos. Pero ya he hecho bastantes planes de fin de semana. De dormir fuera sin llevarme la bici,sin estar pendiente de cuánto tiempo estoy de pie, qué como, qué no como. Aunque tengo ya tan interiorizados algunos hábitos que al final como muy parecido. Si quiero una pizza o una hamburguesa, no me privo, pero no me vuelvo loca.

- ¿Antes para irse con sus amigas tenía que llevarse la bici?

- Es que no me iba dos noches seguidas. Fuera de las dos semanas de vacaciones no me iba dos días fuera porque tenía que entrenar y no me relejaba.

- ¿Le vienen ahora los recuerdos de sus inicios por estas carreteras?

- No mucho porque eso no va a cambiar. Seguiré saliendo por aquí cuando me apetezca, pero ahora que ya hace un poco de frío tampoco me pica tanto el gusanillo.

- ¿Sus padres le ponían límites de pequeña para salir con la bici?

- Me dejaron mucha libertad. Ellos tenían mucho trabajo y cuando ya no podían llevarme desde Eguino a Araia, fue cómo 'bueno, sabes llegar y tienes la bici, ¿no?'. Así que siempre tenía que hacer catorce kilómetros de más. Los del club nos acompañaban un poquito a casa a mi hermano y a mí.

- ¿Se picaban de jóvenes?

- Me torturaba (risas). Luego las cosas cambiaron, él lo dejó, yo seguí y luego cuando hemos salido algún día ya me he saldado las cuentas (risas). Tuvimos nuestros momentos pero ya estamos en paz.

- La Diputación está apostando por eventos ciclistas. ¿Cómo vería acoger un Europeo o Mundial en Álava?

- Desconozco cifras y creo que lo más parecido sería el Ironman, pero aquí tenemos terreno suficiente para hacer una prueba atractiva. Se podría pero preferiría que todos esos esfuerzos los enfocaran en trabajar bien la base que en traer eventos tan grandes. Si quieren que en un futuro haya representación de casa, hay que trabajar desde ya con los más pequeños para que puedan estar ahí. Está muy bien poner nuestra provincia en el mapa, pero sería más bonito tener representación de deportistas de casa.

- ¿Qué es lo que más echa en falta?

- Competición. Entrenar es la parte más dura y muchas veces tienes que hacerlo solo. Pero si hubiera dos o tres carreras al mes, ya tienes objetivos para motivarte. Yo he aprendido mucho de geografía gracias a ir a correr por muchos sitios. Iba a competir con hombres e igual a los cinco kilómetros ya me tenía que retirar. Pero ya tenías otra experiencia más. Ahora cada vez hay menos.

- ¿El cliclismo le ha influido para matricularse ahora en un máster de profesorado?

- Seguro. Hace años ni me lo hubiera planteado. En casa me animaban a hacer magisterio y yo no me veía con niños. Pero el estar en equipos muy jóvenes estos últimos años, donde ma ha tocado enseñar o dar consejos me ha cambiado un poquito la mentalidad. Tengo ganas y creo que puede ser bonito.

- ¿Esas ganas de enseñar se pueden extrapolar a ser directora de un equipo ciclista?

- A corto plazo me apetece alejarme un poquito, pero luego igual sí. El año pasado empecé con el título de director nacional de nivel. Me queda hacer el trabajo. Pero tengo claro quesería directora de con equipo de base, con jovencitas, que creo que hace más falta. Hay algunos hombres que lo hacen muy bien, pero la figura femenina se agradece. Quizás sea porque sabes tratarnos de otra forma. Al final tenemos personalidades muy diferentes y creo que lo mejor es que haya un poquito de todo para así compensar las carencias de cada uno.