Hace no demasiados años, cuando no había sensibilidad ecológica, que hubiera una escombrera común para todos los vecinos de un pueblo era poco menos que un avance. Hoy, por contra, parece impensable generar un vertedero en medio del campo. Esto es lo que sucedía en ... el valle de Arana. Para solucionar este problema, la Diputación ha invertido 105.602 euros en eliminar el resultado de décadas de vertido incrontrolado en cuatro parcelas de Contrasta, Ullíbarri-Arana, Alda y San Vicente de Arana. Las últimas tres ubicadas, además, dentro de la Zona de Especial Protección (ZEC) de las 'Sierras Meridionales de Álava' y de la Red Natura 2000.
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En un sencillo acto, las autoridades locales y forales daban por sellado este problema en Ullíbarri-Arana con la plantación simbólica de algunas especies autóctonas en el mismo lugar donde hace nada los residuos se acumulaban sin control. La actuación total en los cuatro pueblos ha abarcado 10.547 metros cuadrados restaurados entre 2021 y 2022, donde en total se plantarán 1.450 árboles como la encina y el quejigo y algunos arbustos como el espino albar, el endrino o el peral silvestre. Unos trabajos que supondrán una nueva inversión de 14.520 euros adjudicada a viveros Jiménez, que abordará el grueso de las labores en otoño.
Una fase que estiman imprescindible para evitar que el problema vuelva a reproducirse. En este sentido, la empresa Mendiola, encargada de la retirada y traslado de los residuos a gestores autorizados, ha establecido medidas de disuasión como la construcción de badenes en las orillas de los caminos para dificultar el acceso a los vehículos. «Estamos viendo que, cuando recuperamos un espacio y la ciudadanía lo ve, ya no se repiten esas malas prácticas», ha señalado el diputado de Medio Ambiente, Josean Galera, en compañía de la directora de su departamento, Natividad López de Munain, la alcaldesa del valle de Arana, Rosa Ibarrondo, y los presidentes de las cuatro juntas administrativas del municipio.
Una tendencia que, ha detectado, se refleja en una menor proliferación de escombreras ilegales y, por tanto, en menos presupuesto destinado a la limpieza de estos espacios degradados. «Si hace unos años teníamos que destinar unos 400.000 euros, ahora estamos en algo menos de la mitad». No obstante, el responsable del departamento de Medio Ambiente, ha asumido que «el mejor indicativo sería gastar cero«. «Lo que la Diputación no puede hacer es gastar todos los años dinero en recuperar espacios de esta naturaleza, sino destinarlo íntegramente a la política de residuos», ha abundado.
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Del centenar de «puntos sucios» que habían inventariados hace 15 años, el número se ha reducido, ha asegurado Galera, «en más de la mitad». Con trabajo todavía por hacer, la Diputación, ha anunciado, continuará recuperando otros espacios en el marco de su Plan de Prevención y Gestión de Residuos Urbanos de Álava y llegará a otros concejos como Caicedo-Yuso, Payueta, Bujanda, Izarra y Abornikano. En los próximos meses también se terminarán las obras de limpieza y sellado del vertedero de Alda que, han explicado, todavía no se ha concluído porque las últimas lluvías habían dificultado las labores.
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