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El PSE gana en 19 barrios de Vitoria, el PP en 4, Bildu en 3 y el PNV pierde los 7 que tenía

La lista del PSE encabezada por Daniel Senderos les arrebata esos 'nuevos barrios' y encima cosecha una cómoda diferencia respecto a EH Bildu, que en las municipales de hace 56 días ganó en ambos distritos. Este 23-J, los socialistas les han sacado en Salburua una diferencia de 450 sufragios a los abertzales y en Zabalgana, 736. Ganan en Desamparados -con apenas trece papeletas de diferencia respecto al PP-, Judimendi, San Martín y Santiago, que hace cuatro años cayeron uno a uno del lado del PNV. Se mantienen potentes en sus feudos locales de Abetxuko, Lakua-Arriaga, El Pilar, Sansomendi y Zaramaga, además conquistan electoralmente áreas como Adurza-San Cristóbal, Aranbizkarra, Ariznabarra, Coronación, El Anglo, Ibaiondo, Santa Lucía y Txagorritxu.

El PP, por su parte, acaba segundo en la capital alavesa tras el recuento del domingo. Sale victorioso en Ensanche, Mendizorroza y la zona rural Suroeste, donde no perdieron unas generales ni siquiera durante sus horas más bajas con Pablo Casado en los despachos centrales de la sede de la calle Génova. Como novedad, la lista encabezada por el ex diputado general Javier de Andrés conquista la zona de Lovaina, donde el PNV ha sido primera opción en los últimos comicios al Congreso. Es tal su dominio en 'Mendi' -el barrio con mayor renta media de la ciudad, con 108.660 euros anuales- que suma 933 sufragios, más del doble que su más cercano perseguidor, el PNV, que debe conformarse con 424.

Esa 'medalla de plata' en Mendizorroza y otras dos en zonas rurales de Vitoria son prácticamente los únicos consuelos que le quedan al PNV tras la cita con las urnas. Para entender su hundimiento en las elecciones generales hay que tener en cuenta que han cosechado la mitad de las papeletas conseguidas por el PSE -37.230 frente a 17.839- y comprobar que fueron la quinta fuerza por detrás de Sumar en los dos distritos más populosos de la capital, Lakua Arriaga y Zabalgana, así como en los 'barrios de oro' de Abetxuko, Adurza-San Cristóbal, El Pilar, Sansomendi y Zaramaga. Idéntica situación sucede en Ibaiondo. Una derrota sin paliativos para una formación política que actualmente gobierna la Diputación Foral, los últimos ocho años ha estado al frente de la Alcaldía de Vitoria y ganó en la doble cita electoral de 2019.

Los dirigentes del Araba buru batzar (ABB) lo achacan a la polarización que ha existido en clave nacional durante la reciente campaña, algo que -sin embargo- no sucede en el caso de EH Bildu. Iñaki Ruiz de Pinedo ha quedado segundo en la provincia gracias al impulso que ha recibido lejos de la capital, donde se tuvo que conformar con ser tercero.

Pero en su caso se empieza a percibir que tiene una base sólida de apoyos que le acompañan incluso en unos comicios generales, en los que el simpatizante abertzale tradicionalmente se abstenía o prefería otros partidos. Mantiene su tradicional bastión del Casco Medieval y ha adelantado al PNV en dos zonas rurales, pero más allá de esos asuntos puntuales se comprueba cómo ha movilizado a sus simpatizantes en barrios como Coronación, Judimendi, Salburua, Santiago y Zabalgana quedándose sólo por detrás del PSE.

Entre las pocas conclusiones positivas que Sumar puede extraer en Vitoria es que se quedó a apenas mil sufragios de la lista nacionalista liderada por Mikel Legarda gracias al impulso en Lakua-Arriaga, Casco Viejo, Ibaiondo y los 'nuevos barrios'. La debacle en su caso llega lejos de la capital, cuando el margen se multiplica hasta las 6.529 papeletas.

Vox, por su parte, se queda muy lejos del resto de grandes partidos. En Ibaiondo es donde más respaldo recibe la extrema derecha con 611 votantes.