Eduardo Hernando, Nagore González, Haizea Baiges, Josune Vélez de Mendizábal y María Goiricelaya, equipo del montaje teatral. IGOR AIZPURU

El Principal acogerá el estreno de 'El patio de mi casa'

El 19 y el 20 de febrero se realizarán las dos primeras funciones de la obra acerca de la convivencia en Euskadi tras el final de ETA

Martes, 11 de febrero 2020, 19:18

La espiral del silencio es el nombre de una teoría que dice que el predominio en una sociedad de una opinión, generalmente la que se manifiesta con más fervor, acaba llevando a que quienes tienen una idea contraria a no expresarse por temor al rechazo. ... Esa estrategia del miedo cristalizó en el País Vasco con el terrorismo de ETA y funcionó como un cortapisa a la participación política.

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«Todavía evitamos dar nuestra opinión dependiendo del contexto en el que estemos o porque no nos vemos cómodos», apunta la dramaturga María Goiricelaya, quien recurre al término para hablar de la obra de teatro 'El patio de mi casa' que se estrena el próximo miércoles 19 de febrero en euskera en el Principal y al día siguiente en castellano (entradas disponibles a 15 y 18 euros). Será el inicio de una gira de la producción de la compañía vitoriana Pez Limbo que recalará más tarde en el Victoria Eugenia y en el Teatro Arriaga, además de recorrer escenarios de Durango, Ermua o Basauri. Acerca de visitas al resto de España, «sin duda sería interesante». «Una de las cosas que tiene esta obra es que invita a mirar al futuro y habla de las relaciones de hoy en día», resalta Eduardo Hernando de Pez Limbo acerca de este montaje, ganador del programa 'Nuevas dramaturgias'.

La función transcurre entre juegos infantiles. Siete personas, de diferentes ideologías y que no se conocen de nada, coinciden en ese lugar de recreo, ambientado en Bilbao. Ese «contexto geográfico tan pequeño» funciona como un duplicado de la sociedad vasca en una puesta en escena que reivindica la «pluralidad de opiniones», el debate y el entendimiento.

«El relato vasco no es uno, sino muchos», incide la escritora acerca del motivo del espectáculo. La sokatira, el escondite o piedra, papel y tijera –'Harri, Orri Ar' es el título en euskera– son algunos de esos juegos que hacen «de puente entre los monólogos de los personajes». El repaso de vivencias personales de cada uno de los ellos sirve también para cuestionar estereotipos.

El punto de partida de 'El patio de mi casa' es el anuncio del alto el fuego de ETA en 2010, un momento que la mayoría recuerda. Incluso del lugar en el que estaba cuando se enteró de la noticia, «pero nunca hablamos de eso». Sobre el escenario saltan a la vista hechos concretos combinados con la ficción. Esta mezcla «es como un péndulo que va desgranando la historia».

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Mirada «positiva»

Para el reparto, este trabajo ha sido «enriquecedor». Sobre todo porque en la toma de contacto entre intérpretes –la mayoría no se conocía–, cada uno contaba anécdotas personales relacionadas con el «conflicto vasco». «Todo el mundo que se siente a verlo va a empatizar con uno o otro», resume la actriz Nagore González. Completan el reparto Iñake Irastorza, Nagore González, Josune Vélez de Mendizábal, Haizea Baiges, Martxelo Rubio, Jontxu Martínez y Egoitz Sánchez. Cada personaje hace un viaje personal que remarca la necesidad de convivencia.

El germen del guion, elegido ganador por unanimidad del programa 'Nuevas Dramaturgias', fue un encuentro familiar. «Nace en una sobremesa. La conversación subió de tono, empezamos a hablar de política y me di cuenta de que no sé a quién votan mis padres ni mis hermanos», cuenta Goiricelaya, quien ha dirigido montajes como 'Ocaña' (Pabellón 6) y 'Katmandú' (Porpol). A partir de ese momento fueron surgiendo otras preguntas. ¿Por qué no puedo saber lo que vota mi mejor amiga? ¿Y mi cuadrilla? «ETA ya no está presente,pero algo tan libre como decir a qué partido votas y cuál es tu tendencia ideológica todavía no está normalizado, se esconde en algunas conversaciones».

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El montaje llega tras la representación de 'Los otros gondra' obra centrada en la necesidad del perdón que abrió el ciclo de teatro en el Principal la semana pasada. En esta muestra también se ahonda en la memoria. «Las generaciones menores de 35 años no saben quién es De Juana Chaos u Ortega Lara. El tiempo va borrando algunas huellas y es verdad que el tiempo ayuda a cicatrizar, pero para que lo haga realmente hace falta profundizar, asumir los diversos dolores y saber mirar al otro con honestidad». La visión conciliadora, tiene que ver con una «mirada positiva hacia el futuro», indica Goiricelaya. «Y la creencia de que con el teatro se pueden mejorar las cosas».

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