El Principal acoge la «ironía trágica» de Peter Brook

El montaje escrito por Marie-Helène Estienne y Peter Brook, una de las grandes figuras de la dirección del siglo XX, es una de las citas más esperadas del Festival Internacional de Teatro que tiene lugar en el Principal. Su título es una cuestión que no dejan de plantearse Hayley Carmichael, Kathryn Hunter y Marcello Magni, los tres intérpretes que levantan esta obra producida por el Théâtre des Bouffes du Nord. «Los niños hacen esa pregunta (por qué) a menudo y conforme crecen parece que las respuestas van llegando. En realidad no llegan y sigue siendo un misterio», comenta entre risas Hunter, conocida popularmente por su papel como Arabella Figg en la película 'Harry Potter y la Orden del Fénix'.

En escena se habla con humor de la vida de los actores. Y ese sello teatral de Brook, lleno de matices y giros, se estampa cuando todo se vuelca en una tragedia que evoca la biografía del ruso Vsevolod Meyerhold (1874-1940). La primera parte de la actuación se centra así en el 'por qué' el mundo actoral sigue en pie y el impulso que sienten los creadores. ¿Qué es el teatro? ¿Para qué sirve? Y una segunda parte se adentra en la historia del director ruso, gran renovador del teatro y desconocido entre el público general.

La figura del dramaturgo soviético sirve para trasladar una reflexión acerca de la necesidad de las artes escénicas. El trío no tiene un papel único asignado y recorren el escenario dando vida a diferentes personajes anónimos del mundo de la actuación y del entorno de Meyerhold. Para el decorado se bastan con una gran alfombra persa, algunas sillas y unos percheros que funcionan como puertas.

Centrar parte de la función en la figura de Meyerhold era una cuenta pendiente para Brook. El ruso fue un firme defensor de la Revolución Soviética, pero acabó oponiéndose al realismo socialista y siendo ejecutado. Abrazó al stalinismo y más tarde su nombre fue silenciado y prohibido por el régimen durante más de una década. «Fue un mártir del teatro y su espíritu de innovación era extraordinario», indica el reparto acerca del discípulo Stanislavsky al que encarnan sobre escena. Una frase escrita por Meyerhold en los años 20, «el teatro es un arma muy peligrosa», respira y resume el tono funesto de la función.

A pesar de que buena parte de la pieza se centra en Meyerhold -a quien se reivindica habitualmente en manifestaciones en contra de la censura-, no se trata de una función de crítica al régimen de Stalin. «El texto no tiene que ver tanto con la denuncia porque hay y ha habido otras opresiones», dice Hunter. «Tiene que ver más con el cuestionamiento general de la condición humana». Ofrecer una visión universal sin una pretensión aleccionadora es otro de los rasgos de las creaciones de Peter Brook, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2019. En este sentido, una de sus obras más reverenciadas es 'Us', que inspiró más tarde en un filme ('Tell Me Lies'), dirigido también por el genio británico. En ambas piezas recogía las reacciones de los británicos acerca de la guerra de Vietnam. «Pero no hace un juicio categórico», remarca la actriz.

La «enorme ironía trágica» de 'Why' se acompaña de muchas otras preguntas acerca de la «justicia, la verdad, la intensidad y la pasión», indica Marcello Magni, quien cree que los actores tienen que acabar haciendo que el público se cuestione diferentes temas, no darle respuestas.

Y han encontrado los actores la respuesta a por qué hacen teatro? «He encontrado siempre una familia en el teatro. Tengo una familia maravillosa, pero en el teatro tengo otra», resume Hunter, consciente de que podría dar una contestación que se prolongara durante unas horas. «Estoy de acuerdo con Kahtryn. En el teatro hay una familia y al mismo tiempo para mí el teatro es como una especie de caja cerrada dentro de la vida en la que todos los cuestionamientos están más enmarcados», apunta la actriz Hayley Carmichael. «Para mí es una forma de aprender más sobre mí mismo», remarca Marcello Magni con un gesto que denota agradecimiento al oficio. Tras ello retoma la palabra Kathryn Hunter riéndose: «Me acabo de dar cuenta de que no he sido del todo sincera en mi respuesta. Probablemente, la auténtica razón es para ser libre».