Los primeros huéspedes llegan a Vitoria, por trabajo

La vuelta a la actividad y la cercanía a la fase 3 parecen ir animando los calendarios de reservas, aunque a un ritmo todavía lento. «Llevaba dos semanas atrasando viajar a Vitoria y llegué el miércoles, cuando reabrió el hotel», explicaba Óscar Xavier Gómez, llegado desde Girona, a las puertas del hotel Abba Jazz. Su estancia se alargará dos días y reconoce que tuvo dudas antes de echarse a la carretera. «Soy realizador autónomo y vengo por trabajo, pero traigo los permisos encima por si acaso. Tuve que indagar qué gasolineras y sitios estarían abiertos para parar por el camino», señala. Esta visita a Vitoria tampoco tendrá espacio para el turismo. «Tomaré algún pintxo pero poco más, estoy cansado», reconocía.

Gabriel, Rafael y Benjamín regresaban al Hotel Hito tras una larga jornada de trabajo y soñando con la cena. Empleados en una empresa de montajes de Valencia, recalan hasta hoy en Vitoria para llevar a cabo unos trabajos en la plataforma logística de Mercadona en Júndiz. «Nos sentimos seguros en el hotel. No hay personal, no coincidimos con nadie, y accedemos con un código o llave», señalaban estos tres compañeros. Eso sí, desearían contar con más opciones para comer en su próxima visita a la capital alavesa. «Cuando llegamos al hotel y salimos a cenar está todo cerrado, al final vamos todas las noches al mismo sitio por ir a lo seguro», apuntan.

Resu Díaz de Garaio, al frente de La Casa de los Arquillos y los apartamentos la Casa de Santa María, ha detectado un mayor interés por sus estudios. «Tienen cocina, lo que resulta útil ahora que no podemos ofrecer desayunos y muchos locales están cerrados», señala. Reabrieron el 11 de mayo y, desde entonces, han rondado el 5% de ocupación. «Hemos podido estar así porque el personal está en ERTE y me he encargado sola», afirma. Otros establecimientos como el hotel Abba tuvieron ayer ocupadas 8 habitaciones, Hotel Hito 6, Lakua y el recién reabierto NH Canciller Ayala también acogen algún huésped que viaja por motivos de negocios... «Nos mantemos en una línea de 6 ú 8 clientes diarios que cae drásticamente los fines de semana», puntualiza Iván Saldaña en relación a su local de la calle Florida. Los apartamentos Diván e Irenaz, más concurridos, aún alojan a algún sanitario o policía instalado durante la pandemia, pero también a jugadores del Baskonia o locales que acuden allí por motivos personales. «Varios de los huéspedes se quedan con nosotros mientras reforman sus casas», destaca Saldaña.

Viajar por trabajo en tiempos de Covid-19 da lugar a encontrarse incluso en distintas fases en función del destino. «Estoy un poco confundido, no sé muy bien qué puedo hacer y qué no», reconocía Juan Gallego, un funcionario llegado desde Madrid que pasó una noche en el Abba de Vitoria. «Allí todavía estamos en fase 1», recordaba. Poco a poco los viajeros dispondrán de más opciones donde alojarse, y es que algunos hoteles como el Holiday Inn reanudarán la actividad el lunes día 8. «Tenemos entre dos y cuatro habitaciones reservadas cada día de la semana que viene, pero nos ayudaría mucho que el Gobierno permitiese los desplazamientos entre comunidades», asegura Natalia Lasarte, su directora.

El Hotel Silken Ciudad de Vitoria maneja el 22 de junio como posible fecha de reapertura. Otros locales como Jardines de Uleta se encuentran a la espera de la evolución del turismo. «No tenemos una fecha concreta para la vuelta, estamos trabajando en los protocolos que seguiremos y esperando a que se reactive el turismo nacional que tanto esperamos», afirma Nahikari Alonso, su responsable de marketing. Hoteles como el General Álava o el Boulevard Sercotel se encuentran en situaciones similares, y desde el sector hotelero recuerdan que, en buena parte de los casos, Vitoria se configura como un «destino de última hora» en el que las reservas se llevan a cabo con poca antelación. «Preveo que junio será casi tan lento como mayo y será díficil, pero seguiremos adelante y saldremos de esta», anima Díaz de Garaio.