Primera condena de cárcel en Vitoria por saltarse 6 veces el confinamiento

Aunque parezca mentira, otro puñado de vecinos de nula conciencia cívica habían alcanzado el repóker de denuncias, pero este vitoriano de 39 años se convirtió la tarde del lunes en el primero en sumar la media docena. A 601 euros cada una infracción, le aguardaría una multa de 3.606. Sin embargo, desde el viernes este asunto ha cambiado en la ciudad y en todo el País Vasco.

«Recibimos la instrucción de la Fiscalía Provincial de Álava de modificar el protocolo con los reincidentes. A partir de la cuarta sanción se envían diligencias al juzgado. Y con la quinta se procede a la detención y se pasa a la persona a disposición judicial», señalaron fuentes internas de Aguirrelanda.

En esta ocasión, al alcanzar la media docena de infracciones, no hubo duda sobre qué punto aplicar. Fue detenido «por incumplir el confinamiento y por la desobediencia grave y reiterada a la autoridad».

En la mañana de ayer, martes, este ciudadano fue puesto a disposición del juzgado de guardia, Instrucción número 1. Allí sólo se discutió el motivo de su inusual arresto, resuelto por la vía penal. De modo paralelo deberá aflojar el bolsillo para las primeras cinco propuestas de sanción. 3.005 euros en total.

Tras escuchar su versión de los hechos, acontecidos en la calle Reyes Católicos, la titular de la sala incoó diligencias urgentes. Es decir, que dictó sentencia por la vía rápida. Y a eso de las 13.30 horas, este vitoriano se convirtió en el primer condenado a prisión de Álava –y probablemente del País Vasco– por saltarse de manera reiterada la cuarentena. La semana pasada, otro juzgado de la capital alavesa, Instrucción 4, castigó a otros dos infractores reincidentes, pero les condenó a realizar trabajos en favor de la comunidad.

En el asunto de ayer, según ha sabido este periódico, el fallo le castigó a cuatro meses de prisión. En el siguiente párrafo, y vista la falta de delitos graves por parte del sentenciado, la magistrada le suspendió la pena a cambio de que «en el plazo de tres años» no vuelva a saltarse las reglas establecidas. «Un nuevo arresto en ese periodo de tiempo implicará su ingreso directo en el centro penitenciario de Zaballa», aseguraron fuentes judiciales.

Asimismo, también deberá cumplir «90 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad». Se sobreentiende que cuando se levanten las actuales restricciones de movimiento y concentración de personas. El vecino aceptó estas condiciones, abandonó el Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz con el fallo en su poder y se supone que se refugió en su domicilio.