El primer ladrón con mascarilla de Vitoria

En la estancia sólo quedaba el farmacéutico, a quien apenas le restaban sesenta minutos para concluir la jornada laboral y bajar la persiana. «Se abrió la cazadora y me enseñó un cuchillo de grandes dimensiones, un machete», relata la víctima a EL CORREO. Al ver el arma blanca, éste retrocedió «un par de pasos» mientras el desconocido le informaba de sus intenciones. Venía exclusivamente a por el dinero de la caja registradora.

Hacia ella fue, la abrió y se apropió de todo el efectivo que había guardado. Retrocedió sobre sus pasos y salió por la puerta como si nada. «Todo pasó muy rápido, en apenas un minuto y pico». Aunque sólo pudo verle los ojos, sí se percató de que su acento era nacional. «Su estatura, sobre 1,75 metros, y rondará la treintena de edad», abundan medios policiales.

En este sentido, la Policía Local ya investiga este atraco de nueva factura. «Es el primer ladrón que se vale de la mascarilla en Vitoria», explican desde la comisaría de Aguirrelanda. Sin testigos del delito, quizá la grabación de alguna cámara de seguridad cercana pueda aportar algo de luz sobre el incidente.

«Era cuestión de tiempo, porque en otros lugares de España ya ha habido casos así», indican fuentes policiales. Hablan con propiedad. El primer caso conocido data de Murcia, allá por finales de abril. Ha habido episodios similares en Gijón, Sevilla, Barcelona, Sant Cugat del Vallés, Ciudad Real, Estepona... La lista ya es interminable.

«Está claro que va a crear escuela. Los 'malos' siempre se aprovechan de las circunstancias a su alcance, y más si todos debemos transitar con el rostro cubierto», aducen policías locales y ertzainas sondeados por este periódico.