«La prevención es clave porque podemos evitar un 40% de los casos de cáncer»

– ¿En qué revierte ese récord?

– Hemos conseguido una recaudación histórica de 54.518,12 euros. Esto significa que el llamamiento que hicimos en el Día Mundial contra el Cáncer en febrero a empresas, centros escolares, sanitarios, investigadores.... ha dado resultado. Entonces, ya no es sólo la participación, que es una pasada, si no el camino y cómo nos han dado a conocer para lograr juntos una supervivencia del 70%.

– En 2024 han atendido ya a 1.500 personas de forma gratuita. Son un 30% más que hace un año.

– Sí, estamos incrementado las atenciones una barbaridad. También hacemos servicios de prevención: nutrición saludable, rutas de marcha nórdica, talleres de deshabituación tabáquica, animamos a los cribados... Aunque sobre todo nos dirigimos a personas con un diagnóstico porque en ese momento tu vida entera sufre un impacto. Así que, de alguna forma, la marcha nos da una visibilidad para poder ayudar a más personas.

– ¿Cuentan con suficientes voluntarios para atender esa demanda en aumento?

– Tenemos más de 200. La mayoría en Vitoria, aunque también están en Amurrio, Llodio o Agurain y, ahora, vamos a empezar a trabajar en Rioja Alavesa. Pero, sí, harían falta más jóvenes. Porque cuantos más seamos, y más diversos, a más ámbitos llegaremos.

– Ellos les podrían ayudar a conseguir otros de sus retos: tener la primera generación libre de humos.

– Claro, no es el correctivo, si no el preventivo, que nadie empiece a fumar. El 90% de los tumores de cáncer de pulmón tienen como causa el tabaco. Con eso estamos muy preocupados y estamos siendo muy activos con el tema de los vapeadores.

– ¿Por qué?

– El vapeador está muy blanqueado, pero es una puerta de entrada al tabaco, aunque no tenga nicotina. Ha habido casos que en las primeras comuniones se han regalado vapeadores de sabores. Es algo incomprensible.

– Centrémonos en los avances. Acaban de estrenar un gimnasio oncológico en Zabalgana. ¿Qué más veremos en los próximos meses?

– A final de año vamos a incorporar consultas de nutrición personalizada y para 2025 pondremos en marcha el servicio de fisioterapia. Ampliamos nuestra oferta según las necesidades de las personas que pasan por la asociación.

– Sin olvidar lo clave que resulta el apoyo psicosocial.

– Sí, se trata de quitarles esa mochila, que salgan de ahí mejor de lo que entran a través de una escucha. Eso sí, queremos normalizar la palabra cáncer, hablar en clave de esperanza, cambiar el estigma y centrarnos más en la prevención para alcanzar un alto porcentaje de supervivientes. Es que la mitad de la población vamos a tener cáncer.

– Y cada vez más jóvenes. ¿Debemos mentalizarnos?

– Desde luego, lo que no ocurre no hay que corregirlo. La mejor acción es la prevención, porque así podemos evitar hasta un 40% de los casos de cáncer. Y esos diagnósticos jóvenes son, sobre todo, de cáncer colorrectal, que tiene mucho que ver con la nutrición. Luego, otros datos: el 40% de los nuevos casos se encuentran en edad laboral, y el 45% nos dice que vuelven al trabajo sin hacer un retorno progresivo, que es lo que hubieran deseado.

–¿Qué podemos cambiar?

– Hay que hacer un abordaje personalizado y las empresas nos piden pautas claras de cómo actuar ante un diagnóstico de cáncer en su plantilla. Por eso, en la campaña del cáncer de mama, que iniciamos la semana pasada, hemos puesto el foco en las necesidades y calidad de vida de las supervivientes.