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El pleno de Arraia-Maeztu aprobó ayer el presupuesto de este año, que asciende a 707.000 euros con la intención de «recuperar la normalidad», según el alcalde, Anartz Gorrotxategi. En esa línea, la localidad se propone este año, invertir 150.000 euros en ... la renovación de las piscinas municipales «que están obsoletas» y que ya cuentan con una pequeña subvención de 16.000 euros a través del plan Foral de Obras y Servicios. Gorrotxategi espera que las condiciones sanitarias del próximo verano permitan recuperar la actividad en las piletas. A ello habrá que sumar además «las medidas anti covid que sean necesarias».
Arraia-Maeztu cuenta con un presupuesto algo mayor que el año pasado, como consecuencia de un incremento en los ingresos «no porque hayan subido los impuestos sino porque se ha recaudado más» y su alcalde confía en que en 2022, el incremento de población de un 11% registrado en el municipio «porque mucha gente se ha empadronado como consecuencia de la pandemia», repercuta directamente en un aumento de la financiación municipal.
En la recuperación de la normalidad, Gorrotxategi también destacó el gasto en el mantenimiento y desbroce de caminos «en colaboración con las juntas, que tuvimos que dejar durante la pandemia, o la propia apertura de las piscinas municipales».
A lo largo del primer trimestre de este año, se conocerá el remanente municipal, las cantidades que estando previstas, no se han llegado a gastar durante el año pasado. Parte de esos fondos podrían ir destinados a la reforma de las piscinas, como adelantó el alcalde. En esa línea, el grupo de la oposición, EH Bildu, reclamó que se destinen 65.000 euros a colocar paneles solares y mejorar la eficiencia energética, la instalación de un rocódromo y la adquisición de material de artes escénicas, señaló la portavoz, Ruth Ibisate.
Esa petición fue rechazada desde el equipo de gobierno porque a su entender «no podemos destinar el remanente a estas inversiones sin saber siquiera si vamos a disponer de él». También quedó descartada la petición para reservar 10.000 euros de ayuda a los sectores más afectados por la epidemia porque «el propio sector nos ha dicho que esperemos a que se recupere la actividad para organizar alguna actividad conjunta».
En el capítulo de personal, Ibisate reclamó un aumento de dedicación para el personal de la biblioteca. Gorrotxategi insistió en que «tendremos que hacer una relación de puestos de trabajo para toda la plantilla, no solo para una persona».
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