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Uno de los participantes en la concentración de recuerdo a Irene, la niña de 14 años fallecida tras ser atropellada en un paso de cebra de Zabalgana, demostró que a veces los mensajes y los llamamientos a la prudencia son insuficientes. Según ha sabido ... este periódico, acabó denunciado por la Policía Local al dar «positivo por alcohol».
El hombre en cuestión, un camionero, presuntamente estacionó la cabeza tractora de un traíler en las proximidades del punto de la multitudinaria reunión. Al parecer no lo dejó bien aparcado.
En un primer momento salvó la multa ya que los efectivos policiales en la zona andaban enfrascados en controlar que los congregados no invadieran la carretera, por la que transitaban vehículos como cualquier jornada normal. Primero se cerró un carril para evitar riesgos. Luego se desvió el tráfico.
Durante casi un hora, cientos de vecinos, grandes y chicos, recordaron a la joven vitoriana y clamaron por mayor seguridad en la Avenida de las Naciones Unidas, en particular, y en el barrio en general, trazado con regla y cartabón. Cuenta con larguísimas rectas, una tentación para muchos conductores a pisar el acelerador. El que atropelló a Irene, por cierto, dio positivo en cannabis.
Durante la protesta, algún vecino telefoneó al 092 e informó sobre el camión «mal estacionado». Al acabar el acto y dispersarse la multitud, una patrulla uniformada acudió al punto donde se encontraba el vehículo pesado. Justo en ese momento apareció el camionero, que venía de asistir al acto de recuerdo.
Algo raro debieron ver los uniformados porque le sometieron a la prueba de alcoholemia. Siempre según fuentes policiales consultadas por este periódico, este hombre dio 0,71 miligramos por litro de aire espirado. Es decir casi quintuplicó el límite legal para conductores profesionales, como es su caso. Tienen un tope de 0,15.
Así que, en vez de irse con una sanción económica y algún punto menos, le entregaron una notificación. En próximas fechas deberá comparecer a un juicio rápido en el Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz.
«No es de recibo acudir en esas condiciones a un acto como el del viernes», analizan fuentes de la plantilla de la Guardia urbana. Este caso, de hecho, ha sorprendido mucho en la comisaría de Aguirrelanda.
Las consecuencias que aguardan a este conductor son muy serias. Según la actual normativa vigente, una tasa en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro podría, como es el caso, entrañar la opción de una pena de prisión de tres a seis meses, también cuantiosa multa o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días. Asimismo, se enfrenta a la pérdida del derecho a conducir de uno a cuatro años.
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