La importancia del pórtico de Santa Ana

Construido a principios del siglo XIV, hablamos del más antiguo de los pórticos góticos que aún conservan las iglesias de Vitoria; más que el principal de la propia catedral, más que los de San Pedro y más que el de San Miguel. El hecho de que este primer pórtico gótico se lo dedicasen a Santa Ana tiene además un profundo significado en nuestra historia, y lo tiene porque –mucho antes que la propia Virgen Blanca– Santa Ana fue lo más parecido que tuvo nuestra ciudad a una patrona oficial. De hecho, como bien señaló Núñez de Cepeda allá por el año 1931, «durante muchísimo tiempo el día de Santa Ana fue la fiesta principal de Vitoria, trasladada hoy día al día cinco de agosto en honor de la Virgen de la Blanca».

Mucho nos queda por investigar sobre el tema, pero basta hacer un poco de memoria para darnos cuenta de que, en efecto, aparte de este pórtico, el rastro de 'santanas' en nuestra toponimia urbana es notable. Tenemos como poco el nombre de un cantón, también el de un portal de las primitivas murallas de Gasteiz, tenemos a Santa Ana como patrona de la tercera vecindad de la Correría, como protectora de un desaparecido hospital situado junto a la catedral vieja, y tenemos en las propias iglesias vitorianas dos importantes capillas dedicadas a esta santa; una de ellas en San Miguel (que ya no existe como tal) y otra en Santa María.