El virus limita el verano en la política alavesa

Si la cosa se complica, todos tendrán tiempo de volver a casa. A nadie le pillará en la otra punta del mundo. Miren Larrion, por ejemplo, vio cómo el virus chafó el sueño que tenía desde hace tres años. Junto a su hijo tenía previsto cruzar el 'charco' después de superar la selectividad. Tenía los billetes de avión y las reservas de hotel -algunas incluso con más de un año de antelación- y la pandemia ha hecho imposible este último viaje antes del salto del joven a la universidad. Además, el incierto futuro que rodea a todo el mundo hace imposible saber si podrán retomar ese viaje de ensueño. Ella lleva una semana de vacaciones, pero se limitará a hacer turismo interior aderezado con «píldoras» de costa. No quiere arriesgar.

Los meses de confinamiento y su dramático efecto en las personas mayores hizo que Iñaki Oyarzábal, presidente del PP en Álava, acordase con sus hermanos un viaje al pasado. Volver a aquellos veranos que disfrutaban junto a sus padres -que ya han superado los ochenta años- y se han refugiado en la costa andaluza. «Ha sido un auténtico reagrupamiento familiar», comenta el dirigente conservador que aprovecha el tiempo para pasear por la playa, leer -ahora está con 'Terra Alta' de Javier Cercas- y «sobre todo» disfrutar de sus padres..

Uno que aún no sabe si este año podrá escaparse es el diputado general, Ramiro González. Hace unas semanas parecía que se iba a tomar un tiempo de descanso, pero la evolución de la pandemia ha hecho que cambie de planes. Eso sí, el tiempo en el despacho de la Casa Palacio de la Provincia lo está alternando con jornadas de teletrabajo desde su casa en Mendoza. En el tiempo que le quede libre saldrá a andar por la naturaleza y pese a que este año no haya fiestas patronales, el dirigente del PNV también tiene previsto visitar la zona rural.

La socialista Cristina González también se está dedicando al turismo interior, entre otras cuestiones, para predicar con el ejemplo como diputada foral de Comercio y Turismo. Su compañera de partido y teniente de alcalde de Vitoria, Maider Etxebarria, ha aprovechado el tiempo para mejorar su nivel de euskera en un 'barnetegi' en Lazkao, Gipuzkoa. «He gastado aquí todas las vacaciones que me quedan. Me levanto a las siete para ir a correr con un grupo y luego estamos desde las nueve hasta las siete de la tarde de curso intensivo. Espero que cuando vuelva la actividad municipal en septiembre no tenga que utilizar el pinganillo para seguir las comisiones. La experiencia es magnífica y parecen esas colonias a las que íbamos cuando éramos pequeños. Además, yo aprovecho para invitarles a que descubran nuestra ciudad, ya que aquí hay gente de Alemania, Canarias, Cataluña, Burgos...», comentaba hace varios días desde el Goierri.

Lo que queda claro es que este año pocos se subirán a un avión. Como era habitual hasta hace no tanto tiempo, muchos cargarán el maletero y llenarán el depósito del coche para las vacaciones. La portavoz de Elkarrekin Podemos en Juntas Generales, Arantxa Abecia, repetirá esta rutina varias veces porque viajará por Rioja Alavesa, Hendaia y Cantabria -destinos de lo más variado- durante las próximas jornadas. Su compañero de coalición, Óscar Fernández, aún no tiene claro hacia dónde pondrá rumbo.

La líder del PP en Vitoria, Leticia Comerón, viajó hace una semana a la Bayona gallega en busca de relajación. Kike Fernández de Pinedo (EH Bildu) estuvo en Ezcaray y Soria antes de poner rumbo a Asturias a bordo de su furgoneta, donde siempre tiene un hueco reservado para la bicicleta. El coordinador de la coalición abertzale en Álava, Ibon San Saturnino, pasó unos cuantos días del mes de julio en un pueblo de la provincia de Burgos de donde es original la familia de su pareja.

La primera teniente de diputado general, Pilar García de Salazar (PNV), tiene previsto acercarse algún día a la playa, pero sigue pendiente de la evolución de la pandemia. El plan del concejal de Hacienda de la capital alavesa, Iñaki Gurtubai, combina paseos por el monte con libros que no ha podido leer durante el resto del año. Tiene pendientes 'Hamaika pauso', de Ramón Saizarbitoria, y 'Fakirraren ahotsa', de Harkaitz Cano. Quien probablemente se quedará sin vacaciones será el presidente del Araba buru batzar (ABB), José Antonio Suso, porque ahora tendrá que estar pendiente de la agenda de la investidura de Iñigo Urkullu como lehendakari después de haber logrado el acta de parlamentario en las elecciones del pasado 12 de julio.

De momento, el alcalde Gorka Urtaran no tiene claro cuántos días podrá ausentarse de Vitoria. Ha sustituido sus habituales vacaciones en la Costa Dorada de Cataluña por un destino dentro del territorio histórico, donde coincidirá con familiares y amigos, pero respetando las normas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias. Desde allí ya tiene planeadas varias rutas en bicicleta, su gran pasión deportiva.

Otro que no para quieto en sus días libres es Jon Armentia. El actual concejal de Servicios Sociales de la capital alavesa es un asiduo montañero, que participó como médico en expediciones de Juanito Oyarzábal. El ahora edil del PSE se acercó a finales de julio junto a su mujer y su hija menor a los Pirineos para pasear por los valles de Echo, Ansó y Sarrios, subir a los ibones (los lagos de montaña) de Acherito y Estanés, y visitar Jaca, San Juan de la Peña y, en el camino de vuelta a Vitoria, Sos del Rey Católico.