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La llegada de la primavera supone la apertura de la etapa de mayor sufrimiento para las personas que padecen alergias respiratorias. Una comunidad que va ... en aumento en los últimos años y que en Álava ya supone alrededor del 30% de la población. Y si la tasa de afectados crece, también el cambio climático está provocando que se incremente la duración de las épocas de polinización, que también son más intensas. Un cóctel que provoca que los afectados sufran más los síntomas de la enfermedad al haber más partículas en el ambiente y durante periodos de tiempo más extensos.
«Tenemos épocas de polinización cada vez más largas y más intensas. En esto interviene el aumento de las temperaturas, que propicia inviernos más suaves y primaveras climatológicas tempranas. Lo habitual es que el pico en el caso de las gramíneas, que son las que más afecciones presentan, sea en mayo, pero ahora vemos que empieza antes y se alarga hasta julio. Y en el caso de personas polisensibles, se pueden pasar con síntomas medio año», detalla Marta Gutiérrez, médico especialista en el área de Alergología.
Marta Gutiérrez
Alergóloga
El Laboratorio de Salud Pública remite cada semana un informe que refleja los pólenes que se acumulan en el ambiente en Vitoria –por ejemplo, la mayor presencia en estos momentos es de abedul–, aunque no todos ellos tienen gran potencia alergénica. En general, los especialistas detectan en nuestra ciudad que los pacientes tienen una especial sensibilización a partículas de ciprés (enero y febrero), fresno (marzo y abril), platanero de sombra (abril), roble (abril y mayo) y gramíneas (mayo y junio).
Pero los especialistas también tienen casos de afectados a otro tipo de semillas que apenas existen en Vitoria, pero cuya presencia les genera síntomas cuando se desplazan. «Hay muchos casos de reacciones al olivo, pero como aquí casi no tenemos ese árbol apenas se nota. Cuandon estas personas viajan a zonas como Andalucía o Extremadura es cuando empiezan a aparacecerles los síntomas», detalla la especialista.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica ha emitido un informe en el que prevé para Vitoria este año una fertilización «intensa» de gramíneas, con un nivel de 5.200 granos por metro cúbico. Una cifra que situaría a la capital alavesa como la más afectada por la presencia de este tipo de partículas del norte de España.
«Los niveles varían cada año porque dependen del clima. Las lluvias fuertes favorecen la germinación de la planta y, como consecuencia, aumenta la fecundación. Con primaveras lluviosas cae al suelo y el aire se aclara, pero si tenemos días despejados y con viento, se mantiene más tiempo en suspensión y puede notarse más a nivel clínico.La previsión es que afrontemos una temporada intensa, pero habrá que ver cómo avanza en realidad porque depende mucho del tiempo que haga», explica.
Este posible incremento en la presencia de semillas de gramíneas representa una amenaza, ya que se trata de la afección más destacada entre los afectados por afecciones respiratorias. «En Vitoria la alergia al ácaro es frecuente por el clima que tenemos, pero también se ve un aumento a pólenes. En 2024 vimos 4.500 primeras consultas, de las que 900 fueron por gramíneas», detalla la doctora Gutiérrez.
Para los pacientes alérgicos este época es sinónimo de molestias más o menos severas a nivel ocular (irritación, lagrimeo, escozor, dificultad para su apertura...) y nasal (congestión, estornudos, picor...), la denominada rinoconjuntivitis. Pero quienes peor lo pasan son los afectados también por asma bronquial. «Esos pacientes en la época polínica lo pasan fatal. Es cuando su asma empeora y pueden tener episodios de dificultad respiratoria, presión en el pecho o sibilancias y tienen que reforzar el tratamiento o tomar medidas de evitación y no entrar en zonas donde la presencia de partículas sea más alta».
La doctora refleja que existe «un gran desconocimiento entre la población» respecto a los tratamientos que tienen las personas alérgicas. Y que en la mayoría de los casos, los afectados solo aplican un «tratamiento a los síntomas». «La gente pone parchecitos:si le pican los ojos usa antihistamínico;si es en la nariz, un aerosol. Pero no tratan el síntoma y no van a la base del problema», afirma.
En estos casos, la clave para la especialista es acudir a un alergólogo que aplica una «inmunoterapia que aborda al problema concreto de la alergia y es el único que ha demostrado cambiar el curso de la enfermedad y que hace que un alérgico no siga empeorando o que alguien que tiene riesgo de ser asmático frene ese desarrollo de la enfermedad y se quede con síntomas leves gracias tratamiento etiológico de la enfermedad».
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