Catástrofe

Policías locales de Vitoria, con palas y escobas en la zona cero de la dana en Valencia

Han cambiado el ceñidor y el silbato por una pala y unas escoba. Una decena de efectivos de la Policía Local de Vitoria lleva desde el martes en la localidad valenciana de Massanassa, en la zona cero de la trágica DANA que se ha cobrado hasta el momento 216 muertos y 89 desaparecidos.

El agua y el barro convirtieron esta ciudad dormitorio de casi 15.000 habitantes en un lodazal con cientos de coches apilados, casas bajas aarrasadas y, al menos, una decena de muertos. Gracias a la actuación de cientos de voluntarios, militares, policías, bomberos y el personal técnico, a día de hoy unas pocas calles ya vuelven a ser practicables. Es la única luz de esperanza en un escenario apocalíptico y con aún muchos meses por delante para recuperar la normalidad.

Entre esos ángeles de la guarda figuran diez vitorianos, todos se emplean en la Guardia urbana. Han aprovechado sus días libres para echar una mano. «El choque es brutal al llegar. Era de noche y sólo había barro, oscuridad. Parecía un escenario de guerra», comparten. Al amanecer, el panorama no mejora. «De día te das cuenta del calibre de la devastación. Es impensable que esto antes fuera una ciudad como Vitoria. Te impresiona la altura que cogió el agua, en algunos puntos rozó los dos metros. Está todo destrozado», radiografían.

Sus jornadas en Valencia pasan por ayudar en lo que pueden. El primer día contribuyeron a montar un centro logístico. Esta misma mañana de miércoles han revisado hogares y limpiado calles en compañía de policías nacionales procedentes de otros puntos de España. «Hay mucho dolor. Nos ha parado un hombre y se nos ha echado a llorar. La gente está deseando soltar lo que ha sufrido. El daño psicológico es terrible», proclaman. «Mires donde mires sólo hay destrucción».

Pero también atisban pequeños brotes verdes entre tanta desgracia. «Es de agradecer que hay mucho voluntario, sobre todo por las mañanas», informan. «De verdad, es una pasada cómo la gente se está tirando a la calle a ayudar».

Les hubiera gustado haber venido con el uniforme oficial de la Policía Local de la capital de Euskadi. «En el Ayuntamiento de Massanassa nos dicen que les echemos una mano a la hora de vigilar las calles porque sigue habiendo muchos saqueos, pero carecemos del permiso de nuestro municipio», refieren.

Desde el Consistorio de la capital alavesa puntualizan que «su colaboración es encomiable, como la de los policías de Bilbao o los ertzainas que estos días echan un cable al vecindario como un voluntario más. Pero si bajamos a un nivel más práctico, que policías locales (cualquiera de los voluntarios de otros municipios que están en Valencia) se pongan a realizar tareas puramente policiales en un terreno que no es de su jurisdicción no está claro».

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