Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las patrullas de la Policía Local han acudido a los bloques okupados de la Avenida de Olárizu más de una vez al día en lo que va de año. 457 veces desde el 1 de enero hasta el 20 de noviembre, para ser exactos. ... En pocas zonas de la capital alavesa acuden con tanta asiduidad. Es lo que desvela un informe interno de la Guardia urbana al que ha tenido acceso EL CORREO en exclusiva.
La «vigilancia de edificios o personas» copa esta estadística, que también cifra en «treinta» el número de nuevas okupaciones detectadas, o denunciadas, en los once meses de 2019 ya cubiertos. La última conocida, por cierto, tuvo lugar la noche del lunes. La protagonizó una pareja con dos menores a su cargo, a los que agentes de paisano convencieron para irse al albergue municipal. Los servicios sociales se han hecho cargo de ellos.
Esta hoja de actuaciones policiales revela que, aparte de ser un punto caliente con innumerables intervenciones de toda condición, «el 77% de las veces se actúa a instancias» del propio cuerpo. Es decir, en Aguirrelanda se programan las apariciones como medida preventiva. Y a veces disuasoria. Otro 21% corresponde a llamadas telefónicas de los ciudadanos que residen legalmente en los edificios de enfrente.
«Es una zona caliente, sin duda. La tenemos incluida en nuestras rutas y hay orden de dejarse ver. También acudimos en cuanto nos demandan los vecinos legales porque somos conscientes del calvario que están sufriendo», coinciden varios patrulleros sondeados por este periódico. Agosto, julio y octubre, por ese orden, fueron los meses más 'activos'.
Entremedias, por citar las más llamativas, ha habido una denuncia de robo (rubricada por uno de los okupas), siete intervenciones por «discusiones», cinco aperturas de expedientes por tenencia o consumo de drogas, otras nueve por problemas con animales, dos peleas reflejadas, otro par de hurtos y cuatro labores de escoltas a operarios para cortar la luz o el agua.
El 4 de octubre, hasta este cuadrante fueron varias patrullas al descubrirse que se habían reenganchado. Sólo once días más tarde, los agentes llegaron a cargar contra los okupas cuando estos intentaron impedir que se llevaran una cisterna con la que abastecerse de agua.
Los grandes sufridores de esta historia son los vecinos legales de la Avenida de Olárizu. Viven enfrente de los bloques okupados. Han denunciado «amenazas» en varias ocasiones. También sentir «miedo». Ayer, preguntados por este periódico sobre la presencia policial, coincidieron en dos ideas básicas. «Echamos de menos que patrullen más a pie, que se hagan notar más ante los okupas, que actúen más ante los comportamientos incívicos que vemos un día sí y otro también», dijeron. Pero al mismo tiempo lanzaron un mensaje de solidaridad con los patrulleros. «Les queremos agradecer su disposición con nosotros, sabemos que también están hartos de los okupas».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.