Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El Plan General de Vitoria se tambalea. Elkarrekin Podemos lanzó este miércoles un ultimátum a Gorka Urtaran sobre el documento que marca las reglas urbanísticas en la ciudad del futuro. El grupo morado, socio preferente del equipo de gobierno en la presente legislatura (PNV-PSE), ... dio por «suspendido» el acuerdo alcanzado hace un año tras el anuncio del alcalde de estudiar una solución para el tráfico en la zona de Iturritxu, sin descartar una nueva conexión del eje Este-Oeste. Es decir, poder construir una nueva Ronda Sur. Elkarrekin lo considera «incompatible» con el documento que estaba en plena revisión, y que busca frenar la expansión de la ciudad en la próxima década.
En otras palabras, Elkarrekin cree que el mero hecho de analizar una nueva circunvalación por el Sur supone rebasar una línea roja en el acuerdo del Plan General, ya que obligaría a urbanizar nuevas zonas y, en el futuro, construir más viviendas y desarrollar nuevos barrios, como podría ser Uleta (entre Armentia y Lasarte). «Las intenciones del gobierno avanzan en sentido contrario a lo que habíamos pactado y parece que no va a renunciar. Esto va en contra de los pilares que sustentan el pacto, de los criterios de movilidad sostenible y es incompatible con el acuerdo de Criterios y Objetivos alcanzado hace un año», señaló el portavoz de Elkarrekin Podemos, Óscar Fernández (Berdeak Equo), quien recordó que «los sectores por los que va la Ronda Sur son precisamente los que no queremos urbanizar, incluido el famoso sector 17 (Uleta)».
El grupo morado, en cualquier caso, evitó en todo momento hablar de ruptura o de divorcio total, ya que deja la puerta abierta a una eventual «marcha atrás» del Gabinete Urtaran. En ese caso, la normativa se podría «reanudar». Puso la pelota en el tejado del alcalde. «Muy a nuestro pesar, consideramos en suspenso el acuerdo. No lo rompemos, ya que, si el gobierno de Urtaran recapacita, facilitaremos la aprobación inicial antes de finalizar la legislatura. Si no, el culpable de que no se apruebe será el propio gobierno de Gorka Urtaran», sentenció Fernández.
A día de hoy, no parece probable que el equipo de gobierno renuncie a realizar el estudio sobre el tráfico, ni a descartar de plano una nueva carretera antes de conocer el resultado del informe, que llegará a principios del próximo año.
La relación política entre Urtaran y Elkarrekin Podemos se ha enfriado de forma continua en los últimos meses, sobre todo a cuenta de políticas urbanísticas y de movilidad. Es más, el alcalde llegó a dedicarle un «fue bonito mientras duró» en el último debate de política municipal. No obstante, este último episodio supone el mayor desencuentro de los tres años de mandato.
El anuncio del grupo morado supone un importante revés para el equipo de gobierno municipal, que confiaba en aprobar de forma inicial la normativa urbanística antes de la próxima primavera para dejar el Plan General encarrilado. En caso de no hacerlo, las elecciones podrían echarse encima sin dejar preparado el terreno para el documento, por lo que el escenario podría variar de forma drástica con un nuevo tablero político. La decisión de Podemos, por tanto, deja el PGOU en una posición frágil y lo devuelve casi a la casilla de salida.
El Plan General, que marca los posibles usos de cada zona de la ciudad, lleva vigente desde hace más de veinte años. Pese a los avances de los últimos meses, en los que se ha aprobado un avance y un documento que marca los criterios y objetivos, su aprobación pasa ahora por su momento más delicado a cuenta de la Ronda Sur. El nuevo escenario obligaría a repensar el documento, con los retrasos que conllevaría para su ya demorada aprobación.
Incluso si no se hubiera producido el último revés de Elkarrekin Podemos a cuenta de la Ronda Sur, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se enfrentaba a unos plazos muy ajustados. El objetivo del Gabinete Urtaran era dejar aprobada la norma urbanística de mayor rango antes del final de la legislatura (mayo de 2023), algo que cada vez parece más complejo. Antes de su entrada en vigor, el extenso documento debe sacar adelante las últimas ponencias entre los grupos políticos (la próxima estaba prevista para julio), la aprobación inicial por parte del Pleno municipal, el periodo de exposición pública y alegaciones y, en última instancia, la aprobación definitiva. Las previsiones más optimistas señalan ahora a la aprobación inicial como horizonte previo a las próximas elecciones.
La necesidad de alcanzar ese trámite antes de los comicios es doble: por un lado, para dejar al menos encarrilado el próximo PGOU y, por otro, porque la suspensión de nuevas licencias que decretó Urtaran caduca el próximo febrero. El equipo de gobierno recurrió a esa figura para lograr un «paréntesis» que le permitiera «trabajar sin presiones», sobre todo en torno a zonas conflictivas de la ciudad, como el sector 17 (Uleta).
En caso de realizar la aprobación inicial para febrero, la suspensión se prorrogaría durante otro año más. Si no, el Plan General seguiría en el aire y el Ayuntamiento no podría volver a suspender las licencias urbanísticas en un periodo mínimo de cinco años.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.