PNV y PSE priorizan la transformación industrial para que Álava progrese

El pacto de legislatura no concreta proyectos y tan sólo esboza las líneas maestras de la gestión en los cuatro próximos años: la transformación económica, los cuidados, el compromiso con el planeta y la gobernanza colaborativa. Los detalles llegarán este jueves en el pleno de investidura o en las comparecencias de los futuros titulares de cada cartera. Al menos, se asegura que Ramiro González repita como diputado general por tercera legislatura consecutiva.

Además de la reforma fiscal prometida por el PNV en campaña, la legislatura estará protagonizada por una apuesta decidida por la industria del automóvil -donde el centro de fabricación avanzada de Mercedes se presenta como estandarte- y una transformación del tejido económico que sirva para «crear más empleo de calidad y progreso». A partir de ahí, la intención del próximo ejecutivo será culminar aspectos que ya se empezaron a desarrollar en el anterior ciclo legislativo, como la transformación de los servicios sociales, las energías renovables o ahondar en una política «basada en la escucha de la sociedad y en el diálogo, en la cohesión social y en el equilibrio territorial».

Siempre que han existido roces entre el PNV y el PSE en legislaturas pasadas, como con la exploración de gas en Subijana o los intentos nacionalistas por controlar el vino de Rioja Alavesa, siempre se ha alegado que en los acuerdos de gobernabilidad ya se dejaba claro en qué asuntos iban a existir discrepancias. Este martes, sin embargo, ni unos ni otros quisieron aclarar cuáles pueden ser los próximos puntos de tensión.

Ramiro González calificó el acuerdo de «ambicioso y al mismo tiempo realista», y que ha tomado nota de la caída en votos que han sufrido el PNV y el PSE. Y es que el 28-M obtuvieron entre ambos 12.874 papeletas menos que en 2019 y perdieron tres escaños, por lo que han perdido la mayoría absoluta de la que habían disfrutado en la anterior legislatura. «Este acuerdo aspira a ser el punto de partida para el diálogo y el consenso con los grupos políticos de la oposición. Los dos partidos somos muy conscientes de que hará falta diálogo y consenso con la oposición para sacar adelante los grandes proyectos que necesita Álava. Nuestra voluntad y disposición para conseguirlo va a ser total», expuso Cristina González, quien admitió que se sentiría más cómoda si se pacta con los partidos de izquierda (EH Bildu y Elkarrekin) que con el PP, aunque en absoluto descartó esta última posibilidad.

Lo que Ramiro González y José Antonio Suso dejaron claro es que los acuerdos se harán con «las formaciones democráticas presentes en la Cámara», de las que excluyeron al juntero de Vox por no compartir «nada» con la formación de Santiago Abascal. «Las dos formaciones políticas que estamos aquí representadas (PNV y PSE) reeditamos una coalición que se ha mostrado efectiva los pasados ocho años», concluyó Suso.