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La deducción por la compra de vivienda habitual pasará a estar limitada en la reforma global de impuestos que preparan las diputaciones vascas. El crédito fiscal de 36.000 euros del que actualmente goza cada contribuyente ya no será universal, sino que estará condicionado al ... nivel de renta. El objetivo es excluir de esa ayuda a los ciudadanos con mayores ingresos. Eso sí, los cambios no afectarán a quienes ya se están beneficiando del actual modelo y sólo se aplicará a las nuevas adquisiciones.
Así lo han explicado a EL CORREO fuentes conocedoras del preacuerdo suscrito por PNV y PSE para iniciar la reforma de tributos en Bizkaia, Álava y Gipuzkoa. La deducción por la compra de vivienda es un elemento exclusivo de la fiscalidad vasca que se eliminó en el resto del país en 2013 y que ha centrado parte del debate entre los socios de gobierno de las tres diputaciones y del Ejecutivo autonómico.
Para el PNV es una bandera que el propio lehendakari enarboló durante la campaña electoral. Imanol Pradales incluso acusó a EH Bildu de querer «meter en la mano en el bolsillo de los que tienen hipoteca» por plantear la eliminación de la deducción por la compra de la vivienda habitual. Un elemento que se comprometió a mantener como elemento diferencial y propio de las haciendas vascas.
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El PSE, en cambio, lleva tiempo planteando una revisión del esquema de ayudas fiscales. En la pasada legislatura, el entonces viceconsejero de Vivienda, Pedro Jauregui, defendió en varias ocasiones reducir las bonificaciones a la compra para aumentar las deducciones por el alquiler hasta un 35%, dada la mayor urgencia social que reviste la demanda de este régimen. Un planteamiento que publicó el Observatorio de la Vivienda del Gobierno vasco y que el propio Jauregui defendió en la ponencia que se creó en las Juntas de Gipuzkoa para tratar la reforma fiscal. La propuesta socialista llegó a trasladarse al Órgano de Coordinación Tributaria (OCT), en el que están representadas las tres diputaciones y el Ejecutivo autonómico para armonizar los impuestos.
Así las cosas, PNV y PSE han llegado a un punto de acuerdo para que el nuevo IRPF no distribuya esta ayuda de modo universal. Es decir, que los más ricos vean reducida esa deducción. El cambio solo se aplicaría a las compras de vivienda que se realicen una vez entre en vigor la reforma fiscal, ya que se habilitará una disposición transitoria a tal efecto.
Esto supone en cierto modo un tanto político para los socialistas con el que hacen valer la necesidad de sus votos. Eso sí, la suma de PNV y PSE sirve solo en Bizkaia, ya que en Álava y en Gipuzkoa los socios precisan al menos de un aliado de la oposición para alcanzar la mayoría absoluta: Bildu, PP o Elkarrekin Podemos. La izquierda abertzale ha defendido reducir la deducción para ir minorando los más de 315 millones que dejan de ingresar las haciendas por esta ayuda. Unos recursos con los que promover el alquiler o diferentes regímenes de protección.
El esquema actual concede a cada contribuyente un total de 36.000 euros que puede ir deduciéndose de sus aportaciones para la compra de vivienda habitual a lo largo de su vida. La deducción es de un 18% con un máximo anual de 1.530 euros. Cifras que, en el caso de familias numerosas o menores de 30 años se elevan a un 23% y 1.950 euros.
El lunes las tres diputadas de Hacienda comparecerán en sus respectivos parlamentos forales para explicar las líneas de una nueva regulación que quedará sometida a exposición pública durante un mes. Después, los consejos de gobierno aprobarán el proyecto de norma foral que será tramitando en las Juntas Generales ya entrado el 2025. La reforma revisará los tramos de retención del IRPF y la elevación del mínimo exento para que los perceptores del SMI no tengan que tributar. Además se ajustará el tratamiento de las aportaciones y cobros de las EPSV, así como la adecuación de impuestos a las empresas para favorecer las inversiones que favorezcan la transición energética.
«Vamos a priorizar el alquiler, pero no lo vamos a imponer». Así lo aseguró ayer en el Parlamento el lehendakari, al explicar la posición de su Gobierno de cara a la reforma fiscal. En su respuesta al parlamentario de Sumar, Jon Hernández, Imanol Pradales quiso insistir en la necesidad de que las políticas públicas de vivienda no se centren solo en el alquiler. Hay «una parte fundamental de la sociedad vasca -explicó- que opta por comprar su propia vivienda» y «si todos los recursos se destinarán exclusivamente al alquiler, solo las personas ricas o las que reciben una casa en herencia pueden ser propietarias». El mandatario nacionalista insistió en que actualmente «una parte fundamental de la sociedad opta por comprar» y recordó que en las listas de Etxebide hay muchas personas inscritas para adquirir una. También alertó de que nueve de cada diez jóvenes que viven de alquiler lo consideran una situación temporal. El representante de Sumar, en cambio, defendió que, de acuerdo a la ley de vivienda, todas las políticas públicas deben ir encaminadas al fomento del alquiler. El Gobierno vasco contempla 57 millones en el proyecto de Presupuestos para un programa de avales que ayude a los jóvenes a comprarse un piso.
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