El último informe técnico que descarta poner un tranvía nocturno en Vitoria no sólo no pondrá fin al eterno debate del transporte público, sino que este miércoles marcó distancias entre el PNV y el PSE, los dos partidos que gobiernan en las principales instituciones vascas. ... El concejal de Tráfico en el Ayuntamiento, Iñaki Gurtubai (PNV), afeó los criterios del estudio, encargado por el departamento de Transportes del Gobierno vasco, en manos del PSE, cuya conclusión principal es que el servicio «no es ventajoso» para la capital alavesa.
Publicidad
El edil jeltzale, uno de los hombres con más peso en el lado nacionalista del equipo de gobierno municipal, lamentó que el análisis «no vaya más allá del factor económico» ni «desarrolle más el aspecto de la rentabilidad social», en referencia al número de viajeros que lograría movilizar este hipotético servicio.
El contenido del informe, desvelado por este periódico, señala que activar las dos líneas de tranvía de madrugada triplicaría el gasto anual de los actuales gautxoris de Tuvisa (de 271.593 a 827.969 euros) y ganaría a cambio 11.700 viajeros, un 8% más. «El estudio dice que desde el punto de vista económico, el tranvía nocturno no es rentable, y lo doy por hecho. En el ámbito del transporte público habría que cerrar ETS, Euskotren y Tuvisa», lanzó contundente Gurtubai, quien echó en falta un «mayor análisis» en los beneficios para los viajeros y potenciales usuarios.
Aunque el teniente de alcaldesa no llegó a poner en duda la conclusión final del trabajo técnico por el impacto económico y acústico del metro ligero durante la madrugada ni se posicionó de forma explícita a favor de esta infraestructura (dijo que el resultado final «probablemente sería el mismo»), sus palabras causaron sorpresa entre los socialistas del Consistorio y del propio Gobierno vasco. Principalmente, porque este asunto no había sido hasta ahora foco de polémica ni existe un clamor que defienda su puesta en servicio. De hecho, el proyecto de crear un gautxori de tranvía no figura en la agenda de la alcaldesa, Maider Etxebarria. Nunca se ha pronunciado al respecto. Lo que sí había era una petición de analizar su viabilidad, que se concretó en una moción del Pleno durante el mandato de Gorka Urtaran.
Publicidad
En Lakua defienden que el análisis se guio por «criterios técnicos» y «tiene en cuenta aspectos sociales» además de la reducida demanda, que llegaría a transportar «70 pasajeros como máximo» en cada tranvía. Fuentes del departamento de Movilidad Sostenible que encabeza la socialista Susana García Chueca apuntan que ese balance entre ventajas e inconvenientes para los vecinos no sólo se centra en el incremento del volumen de usuarios y los costes. También hace referencia a las molestias derivadas del ruido que genera el metro ligero, que superan a los autobuses.
Los vecinos del centro, de hecho, rechazan el servicio al prever que «el sonido se multiplicaría durante la noche» y podría perturbar su descanso. El impacto acústico es precisamente uno de los puntos negativos que señala el informe, aunque destaca «especialmente» el balance económico. En paralelo, otro de los hándicaps del metro ligero es la incapacidad de realizar paradas a demanda, que sí tiene integradas Tuvisa. A su favor, mientras tanto, juegan la accesibilidad y las bajas emisiones.
Publicidad
Con todo, los matices sobre el retorno social no terminaron de convencer al representante del PNV en Vitoria. «Asumiendo que no es una variable tan fácil de medir como otros aspectos como el ruido o el déficit económico, es evidente que prestar servicio a 11.000 personas más desequilibra un poco más la cuenta de explotación, pero también genera una rentabilidad social no tenida en cuenta sobre los aspectos evaluados», destacaron fuentes del departamento municipal de Tráfico. Se trata de una postura en la que también coincidió la formación Elkarrekin Podemos, que lamentó que «no se priorice» ese aspecto en el análisis para la posible puesta en marcha de una infraestructura.
Más allá de la polémica sobre los criterios adoptados en la evaluación, Gurtubai se abrió a introducir cambios en los servicios nocturnos de Tuvisa. No lo hará de manera inmediata, ya que la sociedad pública afronta desde el lunes una reordenación en seis de sus líneas diurnas. «Vamos a intentar mejorar siempre que podamos el gautxori, sabiendo que tenemos limitaciones económicas», afirmó el edil. En este sentido, el informe aboga por introducir vehículos eléctricos para reducir el ruido y las emisiones, y reforzar la segunda línea de madrugada (G2) para dar más cobertura a la zona sur de la ciudad.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.