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Las 3.425 plazas de aparcamiento regulado que tiene en la actualidad la capital alavesa prácticamente se duplicarán a lo largo de este año con la mayor ampliación de la OTA desde que en 1983 entró en vigor el estacionamiento controlado en superficie a través ... de un decreto del entonces alcalde José Ángel Cuerda. Vitoria fue una de las primeras ciudades en estrenar este sistema, que arrancó por dos zonas, Casco Viejo y Ensanche, y con 1.719 huecos. En estas casi cuatro décadas ha habido ampliaciones pero nunca una tan ambiciosa como la diseñada por el Gabinete Urtaran y que afectará principalmente a Judimendi y a los barrios sureños de Adurza y San Cristóbal -en menor medida también Ciudad Jardín-.
Entre ambas actuaciones el Ayuntamiento pretende conseguir más de 2.800 plazas de OTA, que se sumarán más adelante a otras alrededor de 250 en San Martín. Aunque esta ampliación, que afectaría sobre todo a la Avenida de Gasteiz -en el tramo entre el Palacio de Justicia y la calle Beato Tomás de Zumárraga- y Adriano VI, queda pendiente de que se defina el trazado para la extensión del tranvía a Zabalgana.
Pero además el equipo de Gobierno está en conversaciones con vecinos y comerciantes de otras zonas de Vitoria para concretar nuevas plazas de aparcamiento regulado, con lo que se podría incrementar de manera significativa por encima de las 3.000 si se suman las diferentes ampliaciones. Y el porcentaje actual del 13% de plazas OTA respecto al total de estacionamientos en superficie en la vía pública se duplicará y ya uno de cada cuatro será de pago.
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«El principal objetivo es retirar ese tráfico parásito que llamamos nosotros», el de los vehículos dando vueltas de manera permanente por las mismas calles o esperando a que salgo otro para aparcar. «Consideramos que estas actuaciones en Judimendi y Adurza y San Cristóbal eran necesarias porque así nos lo habían pedido los vecinos y comerciantes y vamos a responder a sus demandas y darles facilidades», describe el concejal de Movilidad, Raimundo Ruiz de Escudero.
Esa 'ventaja' que pueden tener los residentes para poder estacionar con ciertas garantías cerca de su casa o su trabajo, llegará mediante el pago de una tasa de 43 euros al año desde la entrada en servicio del nuevo plan de aparcamiento regulado. «Pero no hay un afán recaudatorio. Lo que se busca es ordenar el tráfico en esas zonas y poner coto al efecto frontera», añade el edil del PNV. Porque la proximidad de esos barrios al centro hace que muchos vitorianos busquen ahí sitio para dejar el coche, sin límite de tiempo y sin tener que pagar dinero.
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Otro reto importante que tienen en su departamento es conseguir que la movilidad derive hacia otros medios más sostenibles como la bicicleta o el transporte público «donde estamos haciendo un esfuerzo importante desde el punto de vista económico y de medios» y con este plan de extensión de OTA se busca «reducir el tráfico no racional» de los coches particulares.
La ampliación a Adurza, San Cristóbal y Ciudad Jardín se materializará en el pintado de 2.071 plazas en el asfalto de treinta calles con los colores azul y verde. Camino de Mendiola será la vía con más huecos regulados, con 283, por delante de Heraclio Fournier y Zumaquera -sufren una considerable saturación de tráfico-, casi 200 en cada una. Precisamente, esta última calle perderá «un buen número de aparcamientos con la implantación del BEI», alertan los vecinos, «y eso nos puede generar muchos problemas».
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3.000 nuevas plazas OTA se crearán con las extensiones al Sur de Vitoria en los barrios de Adurza, San Cristóbal y Ciudad Jardín (2.071 aparcamientos), Judimendi (733) o San Martín (alrededor de 250).
La cifra se duplica El número actual de estacionamientos regulados, 3.425, prácticamente se duplicará con estas ampliaciones. Y ya uno de cada cuatro huecos para aparcar en la calle serán de pago (ahora el porcentaje es del 13%). Vitoria suma en torno a 26.500 plazas en la vía pública.
1,1 millones de euros ingresó el Ayuntamiento de Vitoria a través de la OTA en el año 2020, frente a los 1,5 millones en 2019, que repitió la media anual del último lustro. El desplome de la movilidad durante el confinamiento de la pasada primavera y la suspensión del servicio de la OTA durante casi dos meses tras el primer estado de alarma motivaron la caída de la recaudación en casi un tercio.
En Judimendi, el Ayuntamiento actuará en trece calles y se crearán 733 plazas de pago, sobre todo pintadas en verde, es decir con prioridad para residentes. Se centrará principalmente en las vías interiores, que sufren una mayor demanda en las horas punta por su relativa cercanía al centro, entre ellas Cola y Goti, Mariano San Miguel, Santa Lucía y Polvorín Viejo. Pero la extensión de la OTA también llegará a las calles Miranda de Ebro y Condado de Treviño -reconvertidas en vías 'eguzkilore' para dar más espacio al peatón-, además de a la zona próxima al Iradier Arena porque, por ejemplo, en Fuente de la Salud se crearán alrededor de 180 plazas. «Nos resulta muy complicado aparcar en las horas de actividad laboral», apuntan los vecinos.
El Gabinete Urtaran tratará de aplicar estas ampliaciones en el Sur de Vitoria y en Judimendi de manera simultánea para evitar un efecto dominó y disparar la presión de tráfico hacia un barrio concreto. Además de en estos dos barrios, el Plan de Movilidad contempla también extensiones de la OTA en Arana o Santa Lucía, por ejemplo, «pero eso llegaría más adelante», admite Ruiz de Escudero.
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Las cinco zonas actuales que engloban las 3.425 plazas son: entre la estación de tren y la plaza de España; del Iradier Arena a la calle Santiago; del Este del Casco Medieval hasta Los Herrán y Reyes Católicos; Coronación y la Avenida; y del Oeste de la 'almendra' y el Ensanche hasta Sancho el Sabio.
En las dos últimas ampliaciones de la OTA, en los años 2009 y 2014, la zona azul ya llegó al barrio de Judimendi, a calles como José Mardones, José Lejarreta o Virgen de Estíbaliz. «Y desde entonces hemos tenido el barrio partido, lo que ha provocado el trasvase de vehículos de una zona a otra. Ahora por lo menos se va a equilibrar», confiesa Ángel Madina, presidente de la asociación vecinal Judimendikoak.
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Y la congestión de tráfico parásito que sufren a diario los residentes «en parte se va reducir» con el aparcamiento de pago. «Va a generar división de opiniones, pero en líneas generales creemos que es el remedio menos malo, aunque está basado en un impuesto y eso no es del agrado de nadie», añade el portavoz.
Judimendi tiene «muchas casas viejas -el barrio cumplirá un siglo de vida dentro de dos años, en 2023- que carecen de aparcamiento, lo que multiplica el problema». Y la gente que trabaja en empresas fuera del casco urbano «coge el coche a diario y cuando regresa a casa puede estar entre una y dos horas dando vueltas para poder estacionar cerca de donde vive. Esto provoca un enfado monumental entre los vecinos».
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En este sentido, Madina reclama al Ayuntamiento que al margen de las más de 600 plazas OTA que va a sumar este año en calles como Avenida Santiago, Benito Guinea, Federico Baraibar o Fuente de la Salud contemple también mejoras en el transporte público a los polígonos industriales. «A nuestro juicio, ese tema lo tienen abandonado y repercute luego en barrios como el nuestro. Con una buena red de conexiones en autobús, se reduciría el uso del coche», apunta.
El líder vecinal advierte también que ahora la presión del tráfico parásito se puede trasladar a otras zonas como Arana o Santa Lucía.
La extensión de la OTA por el Sur de la capital alavesa incluirá Adurza y San Cristóbal pero también Ciudad Jardín y el entorno de la Universidad. Las 2.071 plazas de aparcamiento regulado en treinta calles «representan una apuesta más ambiciosa de la que tenía inicialmente el Ayuntamiento. Nosotros hicimos esta propuesta para cubrir un mayor radio, desde Iturritxu a Heraclio Fournier y desde Alberto Schommer a la rotonda de Esmaltaciones, y la han aceptado», destaca José Ángel Lekuona, portavoz de la asociación vecinal Adurtzakoak.
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Los residentes y comerciantes tendrán prioridad para estacionar sus vehículos, previo abono de una tasa de 43 euros anuales «para tener la txartela». El resto de conductores también tendrán que pasar por el parquímetro para pagar por aparcar «y eso puede disuadir a los universitarios, a la gente que viene de pueblos y entra a Vitoria por nuestra zona y a quienes cogen el coche para ir al centro y lo dejan aquí si ven sitio».
Lekuona espera que, cierta manera, se resuelva el problema «pero seguimos teniendo un déficit importante de plazas. Se han ganado huecos con los aparcamientos en batería en calles como Castro Urdiales, Txalaparta, Txirula o Adurza, pero con el BEI van a desaparecer muchísimos más en Zumaquera y eso sí que va a ser un problema grave».
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Por ello los representantes vecinales urgen al Ayuntamiento a que «de una vez por todas se decida a hacer el parking en superficie en la parcela que tiene reservada frente a la fachada norte del supermercado Lidl y la calle Iturritxu».
El proyecto contempla 135 huecos, según los planos, «que permitirían descongestionar en muchas fases del día el tráfico de coches que no hacen más que dar vueltas». Pero Lekuona cree que ese aparcamiento «tardará en llegar, parece que no hay presupuesto. Nos tememos que antes nos quedaremos sin las plazas de Zumaquera».
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