Las plazas en residencias de Álava serán un 4% más caras y la ayuda a domicilio sube un 8,7%

La subida actual es bastante superior al Índice de Precios de Consumo (IPC) de 2024, que en diciembre se ha fijado en el 2,8%, o de la previsión para el nuevo año, que las proyecciones apuntan al 2,2%. ¿Cuál es la razón? Pues que en esos cuatro años en los que no existieron variaciones, el desajuste entre el costo de la prestación de los servicios y el precio a abonar por los usuarios aumentó a pasos agigantados al existir aumentos extraordinarios en los costes de suministros como la energía, la alimentación, el precio de los alquileres, el servicio de limpieza o las labores de mantenimiento.

«Esta situación ha provocado, con el paso del tiempo, un grave desajuste económico», reconoce el Departamento de Políticas Sociales, que dirige Gorka Urtaran, en el decreto foral al que ha tenido acceso EL CORREO. «En 2024 se produjo un incremento de las tarifas para poder ir ajustando dichos precios a los costes reales de los mismos, requiriendo ahora un nuevo ajuste más acorde con la realidad económica de los servicios públicos», ahonda el texto.

El IFBS, según su última memoria anual, gestiona directamente 543 plazas residenciales y 213 en centros de día. Eso sin tener en cuenta todos aquellos equipamientos que este ente que forma parte de la Diputación administra de forma indirecta o las camas concertadas con geriátricos privados.

Este no es el único servicio que presta el Instituto de Bienestar Social. Hay 96 casuísticas diferentes que implican a mayores, personas con discapacidad, enfermedad mental, infancia y familia, y situaciones de emergencia para usuarios puntuales. Esta vez, a diferencia de lo que sucedió con el decreto vigente, se modifican al alza todos los conceptos y algunos que no se tocaron sufren una potente subida. Ese es el caso de muchas de las prestaciones en la zona rural, que en el presente curso se congelaron para evitar que eso 'arrastrase' a los usuarios hacia Vitoria, pero en 2025 se ha decidido encarecerlos un 8,7% para así ajustar la diferencia entre lo que se paga y lo que cuesta.

Eso también implica al servicio de ayuda a domicilio (SAD) que la Administración territorial presta a un millar de personas que siguen viviendo en sus respectivos hogares fuera de Vitoria, ya que en la capital corre a cargo del propio Ayuntamiento. Esta prestación, que posibilita que el usuario se desenvuelva en el propio domicilio, pasa de 6,12 euros por hora a 6,66. 54 céntimos pueden parecer pocos, pero aquí hay que tener en cuenta que la atención media ronda las 17 horas al mes por usuario, pues el importe a pagar pasa de 104,04 euros a 112,20.

El decreto foral también incorpora unos anexos con una serie de delimitaciones en función de la capacidad económica de los beneficiarios de estos servicios y una serie de bonificaciones aplicables. Así, por ejemplo, los usuarios con una capacidad económica mensual 'per capita' superior a 2.000 euros tendrán que pagar el próximo año al IFBS 1.552,69 euros cada treinta días por ocupar una plaza en un geriátrico en vez de la tarifa general de 1.238,38.